Los Veinticinco mil seiscientos millones de Pablo Valbuena premio Audemars Piguet en ARCO

¿Quién dijo que una obra de arte es algo estático? Pablo Valbuena demuestra que las creaciones artísticas pueden ser casi infinitas en su obra titulada Veinticinco mil seiscientos millones, que es el número de aspectos diferentes que puede mostrar su obra. Su buen hacer acaba de ser premiado con el III premio Audemars Piguet en el marco de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, ARCO.

Pablo Valbuena recibe el premio Audemars Piguet
Pablo Valbuena recibe el premio Audemars Piguet en Arco

Son 400 baldosas pintadas con un mismo motivo: dos triángulos, uno blanco y otro negro. Dependiendo de cómo se ordenen en el suelo, éstas consiguen crear efectos diferentes. El título de la obra hace referencia al número exacto de posibles estados que se pueden construir con los azulejos, todos idénticos, que se pueden colocar en cuatro posiciones distintas. En total, se pueden conseguir 26.600 millones de imágenes diferentes.

«Es el resultado de un sistema extremadamente complejo capaz de generar un número inabarcable de patrones», explicaban desde Audemars Piguet durante la entrega del premio. Para el autor, el tiempo «juega un papel fundamental» en esta creación. Por un lado trabaja el tiempo lineal, al conseguir que el aspecto de la obra se vaya transformado durante la creación; y por otro, juega con el «tiempo posible», que según explican desde la galería Max Estrella, está vinculado «al principio de superposición cuántica». Esta dicotomía se consigue gracias a la exposición de varias impresiones en las paredes, donde se muestran los patrones que podrán verse en los cinco días que dure la feria.

«La obra es un proceso», explica el autor, que no podrá darse por finalizado hasta agotar todas las posibilidades que ofrece. Durante los cinco días que dure Arco, cambiará de aspecto varias veces al día. Aunque será imposible mostrar la obra en todo su esplendor, porque al ritmo que han propuesto serían necesarios 17.500 años para agotar todas las posibilidades.

Influencias arquitectónicas

Pablo Valbuena nació en Madrid en 1978, aunque ahora reside al sur de Francia. En su obra es más que evidente la influencia de su formación como arquitecto, que le ha llevado a plantear sus creaciones como un juego entre el tiempo, el espacio y la percepción. Asegura que su material de trabajo son precisamente estas ideas ideas, «inseparables y a la vez igual de abstractas».

José R. Torrens, CEO de Audemars Piguet Iberia y UK y Carlos Urroz, director de Arco Madrid fueron los encargados de entregar el galardón dotado con 15.000 euros, al artista propuesto por la galería Max Estrella. El jurado, compuesto por Winka Angelrath, encargada de exposiciones y eventos internacional de Audemars Piguet; Beatriz Espejo, redactora jefe de El Cultural; Flavia de Hohelohe, Chairman de Sothebys España; Eloy Martínez de la Pera, comisario y asesor de Audemars Piguet para ARCOmadrid 2015; Guillermo Solana, director Museo Thyssen, y Carlos Urroz, director de ARCOmadrid, ha destacado la gran calidad de los 40 proyectos que este año optaban al premio.

En el caso de Veinticinco mil seiscientos millones, la creación de Valbuena, han quedado seducidos por «el misterio de la precisión» que ha conseguido transmitir el autor. En su fallo han descrito el trabajo como «una obra de arte de gran sofisticación visual y conceptual que apela a conceptos como la temporalidad y la mutabilidad de las formas».

Audemars Piguet, conocida por sus creaciones de alta relojería, ha explorado, desde su fundación en 1975, la relación entre el mundo de las artes y el de los oficios. Este interés le llevó en 2012 a alcanzar un acuerdo de patrocinio con los organizadores de Arco. Veinticinco mil seiscientos millones, la obra ganadora de este año, podrá admirarse en la Sala Vip de la feria hasta el próximo domingo.