Mauritania se acerca al autoabastecimiento lácteo

Un proyecto de ganadería llevado a cabo por países europeos y Mauritania, ha demostrado que las mezclas también son buenas. Los ganaderos de ese país africano cruzaron vacuno europeo de razas productoras de leche con ganado mauritano. Ahora con 20 vacas producen la misma leche que con 150, y se plantean la posibilidad de exportar leche a otros países.

Un rebaño de vacas cruza un río en Tanzania
Rebaño de vacas en Africa / Foto: Orton Kiishweko (IPS)

Mohammad Uld Buthiah, un pastor mauritano, se asoma al futuro... y le gusta. «Cinco de mis vacas están cruzadas con una variedad europea y juntas producen 80 litros de leche al día», relata. Buthiah, de 50 años, explica que con un rebaño de 150 vacas de una raza local solo obtenía 320 litros de leche al día en su granja de Rosso, en el sur de Mauritania, en cambio con 20 de las híbridas produce la misma cantidad.

Buthia lo tiene claro. «Las modificaciones genéticas son la mejor forma de promover la cría de ganado porque se puede sacar más provecho de un rebaño más pequeño que requiere menos forraje». Los mauritanos son grandes consumidores de leche, beben un promedio de casi un litro por persona al día, bastante más que los 0,08 litros que se consumen en el África subsahariana, indica Mohammad Lemine Uld Hakky, director de la división para el mejoramiento de la producción animal, del Ministerio de Desarrollo Rural. Según esa dependencia, Mauritania importa el 70 por ciento de los productos lácteos que consume. Una investigación del Banco Mundial de 2004 señala que, si el sector ganadero recibiera mayor atención, podría cubrir el 70 por ciento de la demanda láctea de país.

Hakky explica que las razas locales carecían de ciertas características importantes. «Para superar estas falencias, el Ministerio de Desarrollo Rural implementó entre 2006 y 2009 un programa para mejorar la genética y promover la salud animal. La campaña se centró en 1.000 vacas lecheras en las regiones de Trarza, Brakna y Gorgol», en el sudoeste y sudeste de país, explica. Hakky también es responsable de una granja piloto en Idini, 50 kilómetros al este de la capital, creada en 2011 para promover la producción de carne y de lácteos. Para ello se inseminaron unas 300 vacas.

Las razas típicas de Mauritania no producen más de tres litros de leche al día, en cambio las híbridas dan unos 16 litros, según Mohammad Uld Hacen, veterinario del Ministerio de Desarrollo Rural. En lo que respecta a la producción de carne, Hacen dijo que el peso promedio de las terneras híbridas es de 28 kilos, a diferencia de los 16 de las mezcladas. Zeindine Diallo, ganadero de Gorgol, quiere mejorar el cuidado de las vacas inseminadas para que los pastores abandonen las razas existentes y aumenten la producción. «Después de tres años, las operaciones de inseminación artificial, llevadas adelante con apoyo de la Facultad Interestatal de Ciencias Veterinarias y Medicina, de Dakar (Senegal), tuvieron efecto, pues las propias vaquillonas comenzaron a parir». «Así, logramos 40 por ciento de éxito en 1.000 vacas inseminadas», precisa.

Según el director de la división para el mejoramiento de la producción animal, Uld Hakky, el consumo de leche de Mauritania alcanza las 52.000 toneladas al año, más del triple de la producción doméstica, de 12.000 toneladas. Las estadísticas oficiales indican que la importación de productos lácteos asciende a 50 millones de dólares al año, según El Hacen Uld Taleb, ganadero y presidente de la Agrupación Nacional de Asociaciones de Cooperativas Pastoriles (GNAP). El ministro de Desarrollo Rural, Brahim Uld M'Bareck, anunció en noviembre la creación de dos establecimientos para inseminación artificial, en el lago Kankossa, en el sur del país, y en el de Mahmuda, en el sudeste.

También se cultivará forraje allí con ayuda de expertos chinos, explica el ministro. La GNAP reclama una investigación más exhaustiva sobre la sostentabilidad y la rentabilidad del experimento. Taleb comenta que no cree que Mauritania sea capaz de producir suficiente alimento para una cría intensiva de ganado.

Las cuatro compañías productoras de leche, con sede en la capital, solo procesan un cinco por ciento de la producción láctea del país, indica Hakky. El resto se consume en los campamentos, los pueblos y otras ciudades, y también se utiliza para alimentar terneros, bebés de camello y otros pequeños rumiantes. «Reclamamos instalaciones para producir leche larga vida. Y también aumentar la producción de forraje para que el país pueda ahorrar 50 millones de dólares destinado a las importaciones», explica el presidente de la Agrupación Nacional de Asociaciones de Cooperativas Pastoriles. «Y por qué no, con el tiempo, Mauritania podrá exportar leche».