Merkel, contra Hollande, Monti y Rajoy

La cita es este viernes en Roma. Los líderes de las cuatro principales economías de la eurozona almorzarán juntos para darle otra vuelta a la crisis de deuda que envenena una definitiva actuación europea en favor del crecimiento. Desde diferentes posiciones, los dirigentes de Francia, Italia y España intentarán convencer a la canciller alemana para que afloje su inflexible principio de austeridad y permita utilizar las propias herramientas de la UE para salvar a los países con más dificultades.

Merkel, en la cumbre del G20 en Los Cabos
Merkel, en la cumbre del G20 en Los Cabos / Foto: Bundeskanzlerin

Los últimos ataques sobre la prima de riesgo de España e Italia, el plan español de recapitalización bancaria, la petición del G20 para que la eurozona actúe de una vez por todas, un supuesto plan para que el fondo de rescate europeo compre deuda soberana de los países en dificultades... Todo eso y más está sobre la mesa que el primer ministro italiano, Mario Monti, ha preparado para sus tres invitados. Una cumbre muy promocionada que será solo un almuerzo y rueda de prensa posterior.

La idea es alcanzar algún principio de acuerdo a cuatro que salve la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE del próximo día 29 de junio, en la que se han puesto todas las expectativas para dar la enésima respuesta europea a la crisis. El presidente francés y los primeros ministros de Italia y España presionarán a la canciller alemana para que abra espacios a la espiral de deuda bancaria, deuda soberana, drásticos objetivos de reducción del déficit, freno a políticas de crecimiento y fijar una hoja de ruta definitiva a la integración política y financiera de la zona euro.

Los argumentos son reiterativos por una y otra parte, pero la presión internacional sobre Angela Merkel obliga a ceder, aun con el enfado alemán de que las decisiones se toman para cumplirlas y no para saltárselas cuando los acontecimientos no convienen a uno u otro país.

El asunto más novedoso que se tratará en Roma es lo que se ha llamado escudo antiprima de riesgo, por el que los fondos de rescate de la UE puedan comprar directamente deuda soberana de Italia y España para frenar los ataques de los mercados. Una propuesta italiana defendida por Hollande y aplaudida por Rajoy , que, según la prensa británica, contemplaría utilizar los 500.000 millones de euros disponibles del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) y los cerca de 250.000 millones de euros remanentes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) en la adquisición de deuda soberana de los dos países de la moneda única con más dificultades para financiarse.

Desde Bruselas, se ha desmentido que en la cumbre del G20 se discutiera ese plan, que el portavoz de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj, calificó de «paracetamol financiero». Merkel dijo en una rueda de prensa en Berlín el pasado miércoles que existe la posibilidad» de comprar deuda en el mercado secundario a través de los fondos de rescate, aunque de momento eso es algo «puramente teórico».