No se frena el Cambio Climático con la compraventa de emisiones

La compra de bonos para que las empresas pudieran emitir dióxido de carbono pareció una de las grandes soluciones para frenar el cambio climático, hasta que se han abaratado tanto por una sobreabundancia en el mercado europeo que hace que a las empresas les salga mejor comprar derechos de emisión que aplicar medidas para contaminar menos.

Una chimenea de fábrica expulsando humo
Los derechos de emisión no han solucionado el problema de la contaminación/ Foto: CE

Bruselas propuso una moratoria, que está a punto de ser aprobada, en la subasta de derechos de emisión de contaminantes a la atmósfera con la intención de que suban los precios, Cerca de un centenar de organizaciones de todo el mundo se han unido para pedir que se termine por completo con ese sistema que no sólo no evita las emisiones, y por lo tanto no frena el cambio climático, sino que lo agudiza.

«Es hora de desmantelar el Sistema Europeo de Comercio de Emisiones», (ETS por sus siglas en inglés), es el nombre de la declaración conjunta de las organizaciones. En ella se exponen los múltiples problemas estructurales que tiene el mercado europeo del carbono.

Una muestra del mal funcionamiento es la propia propuesta de la CE de aplazamiento de 2013-2020 para corregir el exceso de derechos de emisión de dióxido de carbono en el mercado europeo que ha caído por debajo de los tres euros la tonelada. Un coste mínimo para empresas y Estados miembros que prefieren comprar a poner en marcha medidas para contaminar menos.

«Se ha desviado por completo la atención de la necesidad de reducir radicalmente la dependencia y el uso de los combustibles fósiles, dando como resultado un incremento de las emisiones», dice Tom Kucharz de Ecologistas en Acción».

La declaración subraya la necesidad de una transformación en profundidad de las políticas energéticas de los veintisiete, y se recuerda que al menos el 70 por ciento de las reservas de combustibles fósiles conocidas deben permanecer bajo tierra para frenar de una manera efectiva el calentamiento global.

Mantener el sistema de subasta de bonos beneficia a los grandes contaminadores. Acelor Mittal, el mayor fabricante de acero del mundo, ganó el año pasado 220 millones de euros con la venta de permisos de emisión, más del doble que el año anterior. Uno de los países que más bonos ha adquirido es España.

Otro de los problemas es la compra de proyectos («compensaciones») por parte de los países del norte desarrollado a los países del sur en desarrollo, en lugar de emitir menos. El llamado Mecanismo de desarrollo Limpio (MDL) tampoco ha funcionado bien, por una parte ha permitido que se continuara emitiendo CO2, y por otra ha propiciado el «robo de tierras, violaciones de los derechos humanos, desplazamiento de comunidades, conflictos» y el incremento de la destrucción del medioambiente local, denuncia Isaac Rojas de Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe.

«A pesar del flagrante fracaso del ETS -dice el comunicado- y las burbujas financieras que ha contribuido a crear, ahora se quiere exportar el modelo a China, Brasil, Corea del Sur, Australia, e incluir otras áreas para comercializar otros «servicios ecosistémicos» como bosques, biodiversidad, agua, suelos y paisajes.

La conclusión de las organizaciones es que «Es el momento de detener la fijación de precios como eje de políticas públicas. Necesitamos desmantelar el ETS e implementar políticas climáticas justas y efectivas hacia la transición necesaria fuera de la dependencia de los combustibles fósiles».