Noches de disturbios en Belfast

La capital norirlandesa vuelve a ser escenario de violentos disturbios provocados por manifestantes unionistas que protestan por la decisión del Ayuntamiento de colocar la bandera británica solo en días conmemorativos. Desde el pasado miércoles, cada noche en el centro de la ciudad se repiten los episodios de violencia, que han dejado más de medio centenar de policías heridos y 96 detenidos.

Manifestantes unionistas con la Union Jack en Belfast
Manifestantes unionistas con la Union Jack en Belfast / Imagen: BBC

La mayoría nacionalista del Ayuntamiento de Belfast prendió la mecha al decidir el mes pasado que suprimía una norma centenaria por la que la Union Jack ondeaba permanentemente en su sede. Con la nueva ley, la bandera británica se izará solo 17 días al año coincidiendo con fechas señaladas. El primero será el miércoles, 9 de enero, día del cumpleaños de la duquesa de Cambridge.

Este lunes, después de cuatro noches consecutivas de violencia, el jefe de policía, Matt Baggott, ha confirmado que son paramilitares lealistas los que han orquestado la campaña de disturbios. En una comparecencia ante la prensa, ha hablado de destacados miembros del movimiento unionista, pero también de muchos jóvenes, incluso niños de diez años, que se han visto involucrados en las manifestaciones de protesta.

Durante la noche del domingo, grupos de unionistas han lanzado fuegos artificales y proyectiles contra la policía y han incendiado un vehículo, en acciones similares a las registradas las noches anteriores. El jefe de policía ha prometido «hacer frente con firmeza»a este tipo de disturbios y ha subrayado que habrá recursos suficientes durante el tiempo que sea necesario.

Baggott ha lamentado que se produzcan incidentes de esa naturaleza «cuando estamos trabajando desesperadamente duro con la oficina de Turismo y los inversores extranjeros para presentar una imagen correcta de Irlanda del Norte como un lugar digno para las inversiones». El primer ministro norirlandés, el unionista Peter David Robinson, ha calificado la ley municipal de «precipitada y provocadora».