Renovable o morir

Hablamos con Björn Pieprzyk, miembro de la Federación Alemana de Energía Renovable (BEE)

Modernos molinos de viento en el parque eólico de Páramo, Burgos
Parque eólico de Páramo, Burgos (España)

Río de Janeiro, Brasil, (IPS) -Björn Pieprzyk es miembro de la Federación Alemana de Energía Renovable (BEE por sus siglas en alemán) una entidad fundada en 1991 a la que pertenecen 22 asociaciones de energía hidráulica, solar, eólica, de biomasa y geotérmica, integradas por más 33.000 personas y empresas. y defiende que las energías son agentes clave para combatir el cambio climático y desarrollar una economía más verde.

¿Cómo ve la discusión sobre energías renovables en el contexto de la cumbre Río+20?

Björn Pieprzyk.- El desarrollo en los últimos 20 años ha demostrado que las energías renovables son un importante factor para la protección del clima. Para seguir este rumbo necesitamos un cambio del actual sistema energético y una planificación para retirar los subsidios a las energías fósiles y a las nucleares y garantizar más incentivos para las renovables. Pero eso requiere tener modelos de supervisión de los costes reales que suponen la producción de las energías fósiles. Espero que a partir de Río+20 se implementen patrones de sostenibilidad, es decir condiciones claras para el desarrollo de las energías renovables como una parte importante del proceso.

¿Cuál es el potencial de las renovables en Alemania?

B.P.- Las energías renovables incluyen las que provienen del sol, del viento (eólica), de la biomasa (aprovechamiento de materia orgánica) y del agua (hidroelectricidad), entre otras. En Alemania, las renovables constituyen 12 por ciento de la producción energética y aportan un 20 por ciento de la generación eléctrica, 9 por ciento de la calefacción y 6 por ciento de los combustibles. Aún es un porcentaje pequeño si lo comparamos con las energías fósiles. Sin embargo, las potencialidades son muy altas, especialmente en el segmento solar, pero también en biocombustibles e hidroelectricidad. En un período de 40 años, en 2050, podremos cubrir toda la demanda energética. Ese es el objetivo de la BEE, si bien la sociedad civil y el gobierno son menos optimistas y creen que para ese año se llegará al 50 por ciento.

¿Hoy en día las renovables son viables económicamente?

B.P.- En los últimos 10 años el coste de la eólica y de la solar se redujo rápidamente en Alemania. Hoy los costes por producir electricidad con esas energías están muy igualados a los que se producen con combustibles fósiles. Y los planes de desarrollo nuclear son mucho más costosos. Según la trayectoria actual en 2013, generar energía solar en los hogares será aún más barato que lo que están pagando hoy las familias por la electricidad convencional. Una vivienda familiar paga el equivalente a 32 céntimos de dólar por kilovatio/hora. El precio de la energía solar es incluso menor que este valor. En poco tiempo esta fuente será muy competitiva.

¿Los demás países de la Unión Europea (UE) se adhieren a esta tendencia de sustituir la energía fósil?

B.P.- Alemania está al frente, pero otros países están siguiendo este camino, y muchos de ellos tienen mejores condiciones y recursos para desarrollar el sector, como Gran Bretaña e Irlanda, que tienen más sol en el sur. Es posible que Europa siga esta trayectoria y alcance algunas metas en la próxima década. Pero el sector eléctrico necesita más incentivos legales y políticos.

¿Cómo incide la crisis económica que vive la UE?

B.P.- En Alemania las inversiones en el sector permanecen estables, si bien hay planes de cortar las subvenciones a la energía solar. Es un área prioritaria, y grandes empresas, como Siemens, están obteniendo buenas ganancias. El sector privado está invirtiendo unos 25.000 millones de euros al año, y el gobierno tiene programas de apoyo para la instalación de sistemas de calefacción que no llegan a los 500 millones de euros. Casi todo el dinero lo aportan las empresas. Con este desarrollo, tanto mi país como Europa pueden reducir su dependencia de la importación de energía, crear más puestos de trabajo y promover el crecimiento económico. El problema se da cuando los gobiernos reaccionan como en España e Italia, cortando el apoyo estatal y los estímulos legales que son importantes en un momento en que las energías renovables están tan cerca de volverse competitivas.

¿Cómo ve las energías renovables en países emergentes como Brasil?

B.P.- Brasil tradicionalmente tiene mucha experiencia en el uso de hidroelectricidad y de biomasa para producir combustibles, como etanol. Es líder en este sector y ahora empieza a producir energía eólica y solar. Hay una ventaja, y es que estas dos energías ya tienen costes mucho más bajos que hace 10 años ,tanto para los hogares y las empresas como para todo el sistema económico. Actualmente hay una gran oportunidad para que Brasil aumente la proporción de renovables muy rápidamente, usando nuevas tecnologías. Sin embargo, los países latinoamericanos siguen pagando el doble de lo que cuesta la energía renovable en Europa. Hay varias razones, por ejemplo que es un mercado nuevo. Ahora mismo hay negociaciones para instalar nuevos parques eólicos en Brasil que pueden generar electricidad a un coste de entre seis y siete céntimos de dólar el kilovatio/hora. Pero para que las empresas inviertan se necesitan estructuras claras para energía renovable y condiciones estables para las inversiones.