Salud deficitaria de los inmigrantes en Europa

Médicos del Mundo denuncia la degradación que sufren los sistemas europeos de sanidad en la mayoría de países, especialmente en el caso de los grupos más vulnerables. En varios países han constatado que durante 2013, dos tercios de las mujeres embarazadas que acuden a sus hospitales no había recibido atención prenatal a tiempo y a la mitad de los niños no se les habían administrado las vacunas más comunes para su edad.

Dispensario Médicos del Mundo
Médicos del Mundo

La ONG ha constatado que la crisis económica y las medidas de austeridad adoptadas por los gobiernos están teniendo profundas y duraderas consecuencias sobre la salud de las personas. Inmigrantes en situación irregular, solicitantes de asilo, drogodependientes, mujeres en situación de prostitución, personas sin techo o familias sin ingresos económicos. Grupos ya muy vulnerables antes de la crisis que «están siendo golpeados con dureza por una reducción, o incluso por la desaparición total, de las redes y de los recursos que les proporcionaban una asistencia esencial con anterioridad».

En España, desde 2012 las personas migrantes adultas indocumentadas han sido excluidas de la atención general y aunque embarazadas y menores de edad tienen en teoría garantizada la atención, la organización ha detectado numerosos casos de desatención.

La Red Internacional de Médicos del Mundo ha presentado su nuevo informe europeo de acceso a la salud, centrado esta vez en la atención que reciben las embarazadas y los niños y niñas pertenecientes a grupos vulnerables. El deterioro progresivo de la salud de pacientes extremadamente vulnerables atendidos en sus centros de toda Europa «es un serio motivo de preocupación». El informe muestra que las mujeres y menores de edad, a pesar de que deberían recibir una protección especial, han pagado las consecuencias de la crisis más que otros sectores de población.

De hecho, en muchos países, las embarazadas sin seguro sanitario se ven obligadas a hacer frente ellas mismas a todos los gastos de la atención prenatal y el parto. Los obstáculos legales y económicos están excluyendo asimismo a un número creciente de niños y niñas de la atención sanitaria, incluyendo la vacunación.

En el informe se presentan datos clave de 2013 recopilados a partir de 29.400 consultas en algunos de sus centros de atención y clínicas de 25 ciudades de 8 países: Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia, Holanda, Reino Unido y Suiza.

Según los datos obtenidos, dos tercios de las mujeres embarazadas no había recibido atención prenatal antes de llegar a los dispositivos de Médicos del Mundo. Entre las que sí recibieron atención, el 43% accedió a ella mucho más tarde de lo recomendado. Sólo uno de cada dos niños o niñas había sido vacunado contra el tétanos, la hepatitis B, sarampión o tosferina. En algunos países, esta tasa es inferior al 30% -muy por debajo de la ratio de cobertura de la población general, en torno al 90%-.

La ONG recuerdaa que algunos partidos políticos están aprovechando esta situación para convertir a las personas más empobrecidas en chivos expiatorios de la crisis. La organización médica considera que «estamos asistiendo a un incremento de la xenofobia, que tiene como resultado un aumento de las agresiones y los crímenes de odio. Estas inequidades socavan los cimientos sociales y de solidaridad en Europa y deben ser revertidas.»

Los datos del informe recopilan que sólo el 2% de las personas usuarias de los servicios de Médicos del Mundo citaron la salud como una de sus motivaciones para emigrar, refutando el argumento de que los mecanismos de protección social provocan un efecto llamada para las y los migrantes. El 76% de las personas encuestadas ha declarado haber sufrido al menos un episodio de violencia. Casi el 20% de esta violencia ocurrió dentro de las fronteras europeas.

Médicos del Mundo pide a los gobiernos que los sistemas nacionales de salud sean realmente universales, basados en la solidaridad, justos y abiertos a todas las personas que viven en la UE. De manera crucial, debe asegurarse el acceso a la atención sanitaria para los niños y niñas y las mujeres embarazadas en toda Europa.