Segundo plan de ajuste en Francia en menos de tres meses

Francia se aprieta un poco más el cinturón. Quiere ahorrar más de 64.000 millones de euros y equilibrar el presupuesto para 2016 para lo que va a recortar el gasto público, subir el IVA, el impuesto de sociedades para las grandes empresas y aplicar el retraso de la edad mínima de jubilación a los 62 años desde 2017, un año antes de lo que estaba previsto. Se trata de conservar a toda costa la máxima nota, la triple A, de las agencias de calificación.

François Fillon en la rueda de prensa
François Fillon, primer ministro de Francia/Foto:Chabaud, Matignon

La segunda economía de la zona euro ha visto como se ponía en entredicho su calificación. Una bajada le haría pasar a depender de la presión de los mercados y Sarkozy no está dispuesto a verse en la situación de Italia. Sobre todo cuando se acerca la fecha en la que se celebran elecciones presidenciales. Los comicios serán en abril y mayo de 2012 y Nicolás Sarkozy aspira a presentarse a la reelección.

«Tenemos que salir de esta peligrosa espiral» ha dicho el primer ministro francés François Fillon, en la rueda de prensa en la que ha presentado los nuevos recortes tras el Consejo de ministros. El paquete incluye acelerar en un año, de 2018 a 2017, el retraso de la edad mínima de jubilación, que ya había pasado de 60 a 62 años.

Aumentar en un cinco por ciento de forma temporal el impuesto de sociedades para las empresas que tengan una facturación superior a 250 millones de euros y subir el IVA del 5,5% actual al 7% para todos los productos excepto los de primera necesidad como alimentos, energía y productos y servicios destinados a minusválidos.

El sueldo de los miembros del Gobierno con el presidente de la República a la cabeza quedará congelado hasta que el presupuesto se equilibre. El Gobierno ha hecho un llamamiento a «los responsables políticos elegidos y a los directivos de las grandes empresas (para) que hagan lo mismo».

En cuanto a los edificios que ahora ocupa la Administración se van a reducir en un 5 por ciento. En los próximos tres años se venderán, con lo que se prevé unos ingresos de unos 500 euros anuales.