S&P rebaja la calificación de Argentina tras la expropiación de YPF

La expropiación de YPF es para la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's un quebradero de cabeza en la liquidez internacional del país a medio plazo. La alta inflación, que podría ser el doble de lo anunciado por el gobierno, y las arriesgadas medidas económicas adoptadas por su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, aumentan un 33% las posibilidades de que la economía argentina continúe cuesta abajo. En 2013, amenazan, su calificación aún podría peor.

Banderas de Argentina e YPF
Foto:YPF

La más mediática de las agencias de calificación de riesgo y capaz de provocar con sus titulares aún más vaivenes en las economías de media Europa, Standard & Poor's (S&P) ha puesto una perspectiva negativa a la nota de la que se considera como el último «azote» de los principales intereses económicos de España en América Latina, Argentina.

El país que preside Cristina Fernández de Kirchner, cada vez más protagonista en el plano político internacional, ha visto rebajar su calificación de solvencia. Y las previsiones no son nada halagüeñas. Para esta agencia, Argentina ya no es una potencia emergente y sus cuentas no van mejor que las de algunos países de la Unión Europea.

«B-» es su nueva nota y se la dan tras «las restricciones al comercio internacional y los pasos recientes para nacionalizar la compañía de hidrocarburos Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF)», aseguran desde S&P. El país del tango ya estaba dentro de la zona B también conocida como bono basura y es que, tal y como informa EFE y según declaraciones desde S&P, las medidas adoptadas por su presidenta desde que ganó las elecciones el pasado mes de octubre, lejos del fervor patriótico que inyecta a la ciudadanía, elevarán el riesgo de deterioro en el entorno macroeconómico del país, pondrán presión en su liquidez externa y debilitarán sus perspectivas de crecimiento a medio plazo.

Argentina podría empeorar en 2013, según S&P

De hecho estos miedos son los que, para muchos, han propiciado que Kirschner se busque nuevos enemigos, como son España y la Unión Europa, donde hasta esta pasada semana tenía ventajas arancelarias y de importaciones, y así desviar la atención mediática de las cifras que se manejan.

Las previsiones de S&P se mueven en la sintonía de los detractores de Kirschner. Pese a que el gobierno presenta una inflación del 11%, éstos defienden la imposibilidad de la economía del país para seguir haciendo frente a las líneas de actuación del gobierno y aumentan dicha cuota a más del 20%. S&P declara que si el Gobierno no devuelve la confianza a los mercados, hay un 33% de posibilidades de que el país continúe cuesta abajo en cuanto a su recalificación en 2013.

S&P se muestra también reticente a la expropiación de la petrolera YPF de capital español y tacha de «abrupta y unilateral y con poca negociación con el accionista mayoritario» la nacionalización, alertando sobre la debilidad en la separación de poderes en dicho país.

El informe de la agencia sobre Argentina señala también que aunque el país cuenta con 47.600 millones de dólares en reservas internacionales, equivalente a 5,5 meses de pagos en su balanza por cuenta corriente, «vemos un riesgo creciente en la liquidez internacional del país a medio plazo» y destacan que «estas acciones (sus recientes malas relaciones con España y la UE) podrían exacerbar las actuales debilidades de la economía argentina, incluyendo la alta inflación, la creciente rigidez del gasto gubernamental y empeorar el clima de inversión».