Tíbia respuesta de la CE al cierre de la televisión griega

Otra vez el juego de palabras de los políticos, sea en griego, en inglés o en español. El portavoz del gobierno griego ha defendido la decisión de cerrar la radiotelevisión pública de ese país asegurando que ERT «no cierra», sino que «renace», porque tras el verano funcionará una nueva empresa pública que será su sustituta. La Comisión Europea de momento «toma nota», no se sabe si para seguir el ejemplo o para rechazarlo.

Grecia sin televisión pública Emisión de la televisión griega por Eurovisión en streaming
Imagen multipantalla televisión griega
Imagen multipantalla televisión griega

Otra vez el juego de palabras de los políticos, sea en griego, en inglés o en español. El portavoz del gobierno griego ha defendido la decisión de cerrar la radiotelevisión pública de ese país asegurando que ERT «no cierra», sino que «renace», porque tras el verano funcionará una nueva empresa pública que será su sustituta. La Comisión Europea de momento «toma nota», no se sabe si para seguir el ejemplo o para rechazarlo.

Los trabajadores, según Simos Kedikoglu, portavoz del gobierno heleno, tendrán la oportunidad de pedir un empleo en la nueva empresa y sus solicitudes serán analizadas según criterios «objetivos». Pero no ha explicado por qué no se ha hecho esa modificación sin tomar la drástica decisión de cerrar la televisión de forma «tan abrupta». Los principales sindicatos griegos han convocado para este jueves una huelga general de 24 horas en solidaridad con los trabajadores de ERT. Las centrales sindicales, tanto públicas como privadas, han calificado la decisión gubernamental de «golpe de estado».

En el tripartito liderado por Andonis Samarás, también han surgido las críticas. El Pasok y Dimar se niegan a apoyar el cierre y le piden que replantee una nueva estrategia para el ente público que no implique el desmantelamiento y el despido de 2.656 trabajadores. Le piden también que cancele el decreto publicado en el Boletín Oficial que da vía libre a otros cierres de empresas públicas.

La Comisión Europea ha negado que el cierre fulminante de la televisión pública griega sea una exigencia de la troika, como ha relacionado el gobierno heleno. Para Bruselas se trata de una decisión «tomada con plena autonomía» y señala que no puede intervenir en las decisiones del gobierno para administrar el sector público. La CE deja claro que «la decisión griega se enmarca en los esfuerzos para modernizar la economía del país, que incluyen la eficiencia y eficacia» de los servicios públicos. En el comunicado se da la bienvenida al compromiso del gobierno para poner en marcha un organismo «que cumpla el importante papel de la radiodifusión pública con una financiación sostenible». Sobre los trabajadores señala que espera que «los despidos se lleven a cabo con plena conformidad con el marco jurídico establecido».

Todos los medios de comunicación helenos, en un gesto de solidaridad, solo emiten noticias relacionadas con este cierre y se estudia realizar una huelga de tres días sin prensa, radio ni televisión en el país. No sólo en Grecia ha habido reacción del colectivo de informadores, en Europa Reporteros sin Fronteras ha pedido que reabra la televisión pública, Eurovisión ha mostrado su sorpresa porque «la decisión se haya tomado sin contar con un debate en profundidad» y ha enviado una dura carta al primer ministro Samaras, solicitando la reapertura de ERT.