¿Y si todos condujésemos vehículos eléctricos?

La tecnología en la que se sustenta el diseño de los vehículos eléctricos mejora sin cesar; tanto es así, que la Unión Europea prevé que en 2020 ya se podrán producir en serie. El proyecto europeo DATA SIM ha simulado las consecuencias de una sustitución masiva de los vehículos convencionales por eléctricos y ha estudiado la repercusión de tal acontecimiento sobre la movilidad y las redes de distribución eléctrica. Con ese propósito ha ideado una forma radicalmente nueva de aprovechar la información facilitada por GPS y los datos de ubicación mostrados por GSM.

Un coche eléctrico cargando
No está tan lejos que los coches eléctricos sean mayoría/ Foto: ThinkStock_Naive_135158140

La adopción a gran escala, según se prevé, de los vehículos eléctricos (VE) influirá en el modo en que se desplazará la población y también en dónde y cuándo habrá demanda de electricidad.

Saber de antemano las consecuencias de un uso generalizado de los VE es fundamental de cara a preparar el terreno para su adopción. En el marco del proyecto DATA SIM, financiado por el 7PM de la UE, se llevó a cabo una investigación destinada a esclarecer las consecuencias de un eventual cambio masivo a los VE con el fin de indicar medidas recomendables a las autoridades políticas.

«Big Data» para obtener una visión nítida del uso de los transportes en la UE

Hasta ahora los investigadores se habían valido de criterios generales (como las tendencias de empleo en determinada región) para mostrar visualmente los flujos del tráfico. Diversos usuarios de la vía pública llevaban diarios, registraban sus desplazamientos y rellenaban cuestionarios. Esta información, aunque útil, no era del todo fiable puesto que las personas pueden cometer imprecisiones.

Los artífices del proyecto han ideado un método espaciotemporal totalmente novedoso y muy exhaustivo que se sustenta en el uso de conjuntos inmensos de datos procedentes de GSM y GPS. Se trata de un nuevo modelo del comportamiento que es capaz de predecir lo que sucedería si todos los ciudadanos comenzasen mañana mismo a conducir coches eléctricos.

«Se puede comparar, por ejemplo, cuánta gente conduce VE, cuánto tiempo y cuánta distancia recorre con la tecnología actual, por un lado, y la evolución de todo ello a medida que mejore la tecnología, por el otro», explica el coordinador del proyecto, el profesor Davy Janssens de la Universidad de Hasselt (Bélgica).

Redes eléctricas más inteligentes

Si se determinan los patrones de conducción y la distancia que probablemente se vaya a recorrer, se podrá calcular la demanda energética y dónde se localizará.

En palabras de Janssens: «Se puede ver si hay riesgo de déficit energético en determinadas zonas cuando se está cargando cierto número de vehículos. Por ejemplo, si se carga a la vez un número muy elevado de VE, ¿hay riesgo de que haya un apagón en el alumbrado de las calles?»

Estas y otras respuestas aportarán información de utilidad a las autoridades políticas, sea de cara a reforzar la red en los lugares convenientes o a ajustar las ubicaciones de los puntos de recarga.

Uno de los retos básicos en el ámbito de las energías renovables estriba en su intermitencia, ya que en su producción se registran altibajos. El equipo de DATA SIM estudió también la posibilidad de que los VE se aprovechen para almacenar la energía excedente generada en los picos de producción y de que ese excedente almacenado en las baterías de los automóviles se pueda devolver a la red cuando convenga (cuando estén estacionados).

Una coordinación racional entre personas y máquinas

Coordinar nuestro uso colectivo de los vehículos es fundamental para lograr que el transporte sea más ecológico, mediante distintas estrategias de coches multiusuario, uso compartido de automóviles, recarga y conducción.

«Es la primera vez que se han unido las disciplinas de la minería de datos, la gestión de bases de datos, los sistemas complejos, el transporte, la energía y la informática para hallar soluciones prácticas en interés de la movilidad», apunta Janssens.

Este proyecto, que concluyó en agosto de 2014 después de una andadura de tres años, seguirá profundizando en sus logros para obtener soluciones nuevas para el sector de la movilidad a través de un uso eficiente de grandes cantidades de datos. Así, los responsables de DATA SIM se plantean constituir dos empresas derivadas que actualmente se encuentran en fase de desarrollo.

El consorcio que supervisó este proyecto estuvo compuesto por nueve socios de siete países y ha contado con una subvención de la UE valorada en 2,3 millones de euros.