Chipre estudia no tener que tocar a los pequeños ahorradores

Por segundo día el Parlamento chipriota ha aplazado la votación sobre el rescate que ahora está prevista para el martes a las 16:00 mientras se sigue buscando una fórmula diferente de la tasa sobre los depósitos bancarios que ha suscitado un amplio rechazo entre los chipriotas y la mayoría de los partidos políticos de la isla.

Nicos Anastasiades y Barroso se saludan
Nicos Anastasiades, presidente de Chipre y José Manuel Barroso, presidente de la CE/ Foto: CE

El debate parlamentario se prevé acalorado. A los partidos AKEL (comunista), EDEK (socialista) y DIKO (centro derecha), que representan en conjunto 32 de los 56 escaños de la cámara no les ha gustado nada el plan de rescate que ofrecen la UE y el FMI.

El conservador presidente chipriota, que lleva apenas tres semanas al frente del gobierno, Nicos Anastasiadis, afirma que pese a las duras condiciones, es la solución menos dolorosa para el país. El portavoz de la comisión europea, Simon O'Connor, explica que el Gobierno está perfilando una propuesta con una tasa «más justa y progresiva» con más probabilidades de ser aprobada por el Parlamento.

Chipre deberá recaudar unos 5.800 millones de euros de forma que el rescate sea de 10.000 millones de euros. En principio la cantidad de la que se hablaba era de 17.000 millones de euros.

Podría tratarse de tres escalones con un impuesto progresivo, del 3 por ciento para los depósitos inferiores a 100.000 euros, del 15 por ciento hasta 500.000 euros y superiores a este. También se podría establecer un plan de privatizaciones y un aumento del impuesto de sociedades que ahora es del 10 por ciento, el más bajo de la eurozona.

Las bolsas europeas han abierto este lunes con fuertes bajas por temor a que la medida se extienda a otros países en dificultades, aunque se han ido moderando. Todo lo contrario de lo que dice el portavoz del ministerio de Finanzas alemán Martin Kotthaus, quien afirma que este programa «contribuirá a calmar a la zona euro». Mientras que el portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert dice que «Cómo Chipre financia su contribución, cómo la reparte, eso es asunto del gobierno chipriota»

Rusia ha saltado como un resorte con la noticia del rescate diseñado para Chipre. Desde hace meses se viene acusando a la isla de comportarse como una especie de paraíso fiscal sin preocuparse mucho del origen de los fondos que se han estado depositando en sus bancos, que ha sido de procedencia fundamentalmente rusa. El presidente Putin cree que va a establecer un antecedente peligroso y lo considera «injusto, poco profesional y peligroso». Por su parte el primer ministro Dimitri Medvedev ha dicho «Hay que decirlo francamente, esto parece una confiscación de fondos extranjeros. No sé quien tuvo esa idea, pero eso es lo que parece».

Según las agencias de evaluación, los activos de sociedades rusas colocados en Chipre ascienden a 19.000 millones de dólares, a los que hay que añadir otros 12.000 millones de haberes de bancos rusos en establecimientos chipriotas. Los analistas calculan entre 2.000 y 3.000 millones de euros la cantidad que les va a costar a los depositantes rusos el rescate de Chipre.

El ministro chipriota de Finanzas, Michalis Sarris, irá este miércoles a Rusia para intentar renegociar el préstamo de 2.500 millones de euros que Rusia otorgó a Chipre en 2011.

La contrarreloj del gobierno chipriota