Grecia-UE: tanta movida para que todo siga igual

¿De qué se trataba? ¿De decir quien manda?... pues en eso están y en eso han empleado diecisiete horas entre el domingo y el lunes los dieciocho líderes de la eurozona. Ahora Alexis Tsipras, primer ministro griego, deberá volver a su país y presentar las conclusiones para que sean aprobadas por su gobierno y posteriormente por el Parlamento.

Donald Tusk, Alexis Tsipras, Angela merkel y François Hollande, discuten alrededor de una mesa
Donald Tusk, Alexis Tsipras, Angela Merkel y François Hollande, en uno de los apartes del Consejo del 12 de julio/ Foto: CE

¿Y el referéndum?... los griegos no querían salir de la UE y no lo van a hacer pero lo que más claro les va a quedar es que, se pongan como se pongan, aquí se hace lo que diga Alemania.

Durante algún tiempo ha podido parecer que se le podía plantar cara a la política oficial de la UE... ha sido un espejismo y la mejor consecuencia que se puede sacar es que más vale que nos vayamos de vacaciones como el ministro griego de finanzas, Yanis Varufakis.

Al finalizar la reunión del euro este lunes por la mañana, que ha sido dura y bronca, Alexis Tsipras, ha dicho que su Gobierno ha dado una «dura batalla» durante seis meses y luchado «hasta el final para conseguir un acuerdo que permitirá al país que se recupere». «Afrontamos dilemas complicados y hemos tenido que hacer difíciles concesiones para evitar la aplicación de los planes de algunos círculos ultraconservadores europeos», ha añadido.

Espera que los cuatro folios de medidas preliminares fruto de la reunión http://www.consilium.europa.eu/en/press/press-releases/2015/07/pdf/20150712-eurosummit-statement-greece/, en los que se esboza un paquete de inversiones, la renegociación de la deuda o las privatizaciones, ayuden a calmar a los mercados y puedan contrarrestar las medidas recesivas que contiene el programa.

«Hemos conseguido ganar la reestructuración de la deuda y una financiación segura a medio plazo», ha señalado Tsipras aludiendo a los entre 82.000 y 86.000 millones de euros que incluye el nuevo rescate que deberá negociar.

Alexis Tsipras llegó a Bruselas a negociar con el apoyo de la oposición griega, el partido de derechas Nueva Democracia, el socialista Pasok, el partido de centro Potami y los trece diputados del partido nacionalista ANEL. Había perdido el apoyo de su propio partido, 17 de los 149 diputados de Syriza no le han apoyado lo que le ha hecho perder la mayoría absoluta.

Dos de los diputados de Syriza votaron «no», ocho se abstuvieron, y siete se ausentaron de la cámara durante la votación, entre ellos, el ex ministro Yanis Varoufakis, de vacaciones con su familia. Pero todo puede ir a peor y15 diputados de Syriza enviaron una carta a Tsipras explicando que habían votado «sí» para no dañar al gobierno, pero advertían de que no pondrían en marcha las reformas que exigiera el nuevo rescate.

Por su parte la prensa griega dice que a Alexis Tsipras le quedan tres opciones: convocar a nuevas elecciones, formar un gobierno de unidad nacional o hacer limpieza dentro de su partido. Los estatutos de Syriza dicen que si un diputado no está de acuerdo con la política del gobierno, debe adaptarse a ella, o en caso de que no se vea capaz, renunciar al escaño en favor del siguiente de la lista.

El acuerdo al que se ha llegado en Bruselas, no es muy diferente al que se pedía un voto negativo en el referéndum. El principal escollo en las conversaciones de domingo y lunes ha estado en un punto fundamental para Alemania, que se coloquen en un fideicomiso en Luxemburgo 50.000 millones de euros de activos griegos destinados a ser vendidos y suyo producto servirá para pagar la deuda. Estará dirigido por un equipo de expertos, bajo supervisión europea. Según un diplomático que no quiere que se conozca su nombre eso era equivalente a convertir a Grecia en un «protectorado alemán».

Este lunes el eurogrupo se reúne para discutir una financiación puente. El rescate se puede resumir de la siguiente forma:

Unos 25 mil millones de euros estarán destinados a la capitalización de los bancos de Grecia. El 50 por ciento del resto, unos 12,5 mil millones de euros , se destinará a pagar la deuda de Grecia . Y el resto, otros 12,5 mil millones de euros, se utilizará para el crecimiento y la confianza de los inversores.

Hay una serie de condiciones estrictas que deberán cumplirse antes de que comiencen las negociaciones de este tercer rescate: En primer lugar deberá aprobarlo el Parlamento griego y a continuación el alemán y el finlandés.

En el nuevo rescate intervendrán la Comisión europea, el BCE y el FMI que harán un seguimiento de las medidas que se pongan en marcha. Todo suena a muy conocido.