Crisis alimentaria inminente en algunas regiones de Sudán

La región del Sur de Sudán, que fue proclamada independiente recientemente con la asistencia de diferentes personalidades, entre ellas la jefa de Exteriores de la UE, Catherine Ashton, está en grave peligro de crisis humanitaria y alimentaria. El petróleo es un foco continuo de conflicto en la frontera entre Sudán del Sur y Sudán del norte. El sur produce el 85% del petróleo sudanés pero las refinerías, los oleoductos y los medios de exportación dependen del norte. Un panorama difícil de cuadrar. En el mundo hay otros 31 países que necesitan ayuda alimentaria internacional según las últimas estimaciones de la FAO.

una mujer con un saco de grano en la cabeza
Agok (Sudán)/Foto:UN-Tim McKulke

La FAO advierte de que los alimentos en Nilo Azul y Kordofan del Sur se reducen después de que se haya reactivado el conflicto entre las tropas gubernamentales y el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-N).

Las regiones del Nilo Azul y Kordofan del Sur son las principales productoras de sorgo de Sudán, en esta última la población huyó al comienzo de la temporada sin poder sembrar en Nilo Azul, los enfrentamientos comenzaron cuando ya habían sembrado pero tuvieron que abandonar los cultivos. La falta de reservas ha encarecido de forma alarmante los alimentos, un saco de 90 kg. De sorgo que costaba 70 libras sudanesas (19,45 euros), ahora cuesta 140 libras sudanesas y los precios continúan subiendo de forma vertiginosa.

El ganado también está afectado. Al no poder trasladarlos para el pastoreo los animales se hacinan en pequeñas áreas y esto puede producir brotes de enfermedades en el ganado y de violencia entre agricultores y ganaderos.

Las agencias internacionales no pueden entrar en el Nilo Azul, un pequeño equipo de la FAO integrado por sudaneses ha podido repartir semillas y herramientas a 20.000 familias de entre las más vulnerables del sur de Kordofan. Lo que se reparte con rapidez son las armas, en el norte llegan a los civiles para alentarles a la lucha y en el Sur las familias las están adquiriendo para defenderse según dicen. Una situación explosiva.

En otros lugares es el precio de los alimentos el que crea inseguridad. La FAO acaba de hacer público su informe trimestral «Perspectivas de cosechas y situación alimentaria» en el que se refleja una situación paradójica. La producción mundial de cereales se prevé que aumente en un 3% este año, eso junto a una menor demanda está haciendo que los precios bajen pero la economía mundial no solo no despega sino que se ralentiza aún más y aumenta el riesgo de recesión. Todos esos factores hacen temer a los expertos de la Agencia Alimentaria de la ONU que aumente el desempleo y que los ingresos de la población más vulnerable sean menores y no puedan comprar alimentos.

Por regiones, continúa la crisis alimentaria en África Occidental, en especial en el sur de Somalia donde sigue la hambruna y el ganado se ha diezmado. El número de personas afectadas por la crisis es de 4 millones de los que 750.000 corren peligro de muerte si no reciben ayuda en los próximos meses. Otra regiones del Sahel se han visto afectadas por la falta de lluvias.

En Asia se prevé una cosecha récord de cereales este año, pero las graves inundaciones pueden hacer que la situación revierta. Bangladesh, Corea del norte, India, Laos, Pakistán, Tailandia y Filipinas han sufrido las consecuencias del monzón. En la provincia de Sindh, en Pakistán, ocho millones de personas se han visto afectadas y 800.000 hectáreas de cultivos que ya habían brotado se han perdido.