Grecia no encuentra gobierno de unidad nacional

La Odisea griega no llega nunca al último canto. La propuesta del primer ministro, YorgosPapandreu, para formar un gobierno de unidad nacional que apruebe el plan de rescate de la UE ha encontrado la puerta cerrada de la mayoría de los partidos griegos y, sobre todo, de la principal fuerza de la oposición, Nueva Democracia, que exige elecciones anticipadas.

Cambio de guardia ante el Parlamento griego
Cambio de guardia ante el Parlamento griego / Foto:CC

El líder de Nueva Democracia, Antonis Samaras, se reunirá este domingo con el presidente griego, Karolos Papulias, para discutir la formación de un nuevo gobierno de transición. Ya ha hecho pública su postura: solo acepta un gabinete técnico que saque adelante el plan de rescate europeo en unas semanas y convoque elecciones. «Nosotros no buscamos una posición en el Gobierno, solo la renuncia de Papandreu, que ha llegado a ser peligroso para el país», ha dicho el político conservador.

Samaras ha enviado también un mensaje a los socios de la eurozona: «Nosotros aceptamos el recorte. Nosotros aceptamos los objetivos de convergencia. También aceptamos los cambios estructurales».

Papandreu ya se mostró dispuesto a no estar en el ejecutivo de unidad nacional, pero dice oponerse a unos comicios en momentos de crisis económica, política y social. Samaras no se fía. Cree que es una maniobra para que el PASOK pueda mantenerse en el poder, tras cumplir con la UE. La única salida, según Nueva Democracia, para volver a la normalidad son las elecciones, con el fin de «estabilizar el país, restaurar su imagen y librarnos de esta pesadilla tan pronto como sea posible».

De todo el arco parlamentario griego, parece que únicamente dos formaciones pequeñas estarían dispuestas a entrar en el nuevo gobierno, pocos diputados pero posiblemente suficientes para pasar la página del segundo rescate. La moción de confianza salió adelante solo con los votos socialistas. En esas circunstancias, la prensa griega especula con la posibilidad de una renuncia de Papandreu, quien sería sustituido por el actual ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos.