Gibraltar reabre el conflicto sobre la soberanía de las aguas

El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, reclama la soberanía de las aguas que rodean el Peñón. Ha suspendido las reuniones previstas del Foro Tripartito con Madrid y Londres y ha retado al ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia.

El caso reabre un conflicto siempre latente entre España y Reino Unido, que pone en un compromiso a las diplomacias de ambos países, socios de la UE, sobre la última colonia que existe en Europa.

Gibraltar se planta. O eso intenta. Los últimos incidentes con la Guardia Civil en aguas del Peñón han provocado que el ministro principal de la roca, Peter Caruana, suspenda las reuniones previstas para estos días del Foro Tripartirto, con Madrid y Londres, sobre cooperación policial y seguridad marítima. La firmeza de Caruana en las acusaciones hace temer una ruptura del diálogo a tres bandas.

Aunque en un primer momento se habló de razones técnicas para la suspensión del encuentro, Caruana lo dejó claro en una intervención en la televisión gibraltareña, su prioridad «es la defensa de nuestra soberanía con independencia de las consecuencias en otras áreas, incluyendo el diálogo y la cooperación. Nunca aceptaremos un protocolo que permita a España avanzar en su posición sobre la soberanía de nuestras aguas. En el contexto actual, las reuniones resultan inapropiadas».

Las quejas tienen su origen en las incursiones de la Guardia Civil en las aguas que rodean el Peñón. La última, hace tres semanas, cuando una patrullera persiguió a una embarcación, por un presunto delito de contrabando, y detuvo al sospechoso, español. La policía de Gibraltar exigió su entrega, pero las autoridades españolas se negaron porque la detención se produjo en aguas que España considera propias.

Caruana se ha mostrado desafiante y amenaza con llevar el litigio a la Corte Internacional de Justicia. «Si el señor Moratinos está convencido de que según la ley internacional las aguas que rodean a Gibraltar no son británicas, entonces no tiene nada que perder y todo que ganar».

El reto lo es también para el Reino Unido, porque el ministro principal del Peñón ha pedido más implicación de Londres en el asunto, pero el Foreing Office nada entre dos aguas. Según recoge hoy el Gibraltar Chronicle, el gobierno británico defiende «la responsabilidad de la policía gibraltareña en vigilar las aguas territoriales británicas del Peñón», pero sigue comprometido con el Foro Tripartito como el mejor modo de resolver los problemas.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, apuesta por seguir adelante con el Foro Tripartito. «Lo que buscamos es poder discutir con un espíritu constructivo, como se ha hecho hasta ahora, para encontrar soluciones a los problemas prácticos que se plantean en el día a día». Un portavoz de Exteriores ha dicho que «España lamenta cualquier intento de introducir cuestiones de soberanía en este proceso de cooperación, rompiendo el consenso que dio origen al proceso».