Cuanto más dinero mueven, menos se les protege

Intereses económicos han impedido que se regule el comercio de especies en peligro de extinción

Han estado reunidos 12 días y el resultado es absolutamente pobre. La Conferencia Internacional del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) ha protegido muy poco en su reunión número XV en Doha. Y eso en el año Internacional de la Biodiversidad.

El atún rojo, determinados corales, tres variedades de tiburón, los gorilas... seguirán sirviéndose en los mejores restaurantes del mundo y vendiéndose en las joyerías hasta que sean solo un recuerdo. De todas formas la inclusión en la lista de Cites no les ofrece mucha protección, el Programa de la ONU para el medio ambiente (PNUMA) ha pedido incluso la intervención de Interpol para perseguir el comercio ilegal de gorilas.

tiburón martillo
Tiburón martillo/Foto:CC

El comisario de Medio Ambiente de la UE, Janez Potocnik, ha calificado de «decepcionante» el resultado de la conferencia de Doha. La UE quería promover la prohibición del comercio internacional del atún rojo. Una propuesta que no entraría en vigor hasta 2011 cuando se conociera el informe de la Comisión para la conservación del atún del atlántico (ICAAT), sobre el estado de conservación.

Los intereses económicos prevalecieron sobre las especies. Japón consiguió anular la única decisión favorable a una especie marina, el tiburón topo. «Japón piensa que la CITES no debería inmiscuirse en las especies comerciales, pero se equivoca» ha dicho Willem Wijnstekers secretario general de la convención. Ha añadido que «La CITES sirve con mucha frecuencia de servicio de reanimación. Muchas veces cuando las especies llegan a CITES ya es demasiado tarde». Quizá es lo que va a suceder ahora.

Para el consejero científico, David Morhan, «una de las objeciones esgrimidas, sobre todo por los países en desarrollo, es el impacto socio-económico, que evidentemente cuenta, pero a largo plazo la principal preocupación económica será la falta de peces».

Tampoco se ha conseguido incluir en el Anexo II, que regula el comercio, a tres especies de tiburones: el tiburón martillo, el oceánico y el tollo común, muy apreciados por el precio que alcanzan sus aletas en el mercado.

Durante los doce días que ha durado la convención, los pasillos eran un ir y venir incesante de representantes de las pesquerías ofreciendo favores a cambio de votos.

El gorila de la cuenca del Congo no ha tenido mejor suerte. Vive en un hábitat que se reduce debido a la deforestación, hasta el punto de que se teme que habrá desaparecidos de algunas regiones en un plazo de 10 a 15 años.

El PNUMA ha presentado un informe en Doha La última batalla del gorila en el que pide la intervención de la INTERPOL y la MONUC, la misión de paz de la ONU que opera en el Congo, para luchar contra las redes que trafican con estos animales.

Los gorilas son cazados por los congoleños para comerlos y como trofeo de caza, pero sobre todo son víctimas de los traficantes y las milicias rebeldes.

El territorio que ocupan los gorilas se reduce a una velocidad de vértigo debido a la extracción ilegal de recursos minerales, madera y mineral. En la República Democrática del Congo hay minas de coltán, el 80% del suministro mundial.

Oso blanco, no es que haya muchos cazadores de este animal, pero si el cambio climático y el deshielo están terminando con ellos y se cazan unos 1.000 al año no es difícil hacer el cálculo de cuanto tiempo va a durar la especie. Pero en la reunión de la CITES no pareció impresionar.

Es la segunda vez que el coral rojo y rosa va a la convención y es rechazado. Los países de Asia y norte de África, responsables de su pesca y explotación para joyería argumentaron que no se había especificado suficientemente el grado de peligro que corren.

Señalemos algunas de las especies que han tenido más suerte. Continúa la prohibición total del comercio de elefantes que Tanzania y Zambia querían que fuera levantada para poder vender sus animales vivos o como trofeos.

La iguana de cola espinosa de Guatemala ha sido declarada especie protegida. Un lagarto de hasta dos metros de largo muy apreciado por su carne. Aunque no se cotiza como otros.

Se han protegido varios reptiles más y dos árboles originarios de América Latina, empleados en la industria cosmética.

La Cites fue creada en 1975, ha inscrito para su protección más de 34.000 especies en sus dos Anexos, el I que prohíbe y el II que regula el comercio internacional. Aunque muchas veces las especies son perseguidas de forma ilegal y compradas y vendidas para, entre otras cosas, financiar las milicias rebeldes de muchos países.