Normas más duras para la recogida y reciclado de aparatos eléctricos y electrónicos

Los frigoríficos, televisores, aparatos de vídeo, ordenadores y tantos otros terminan en los vertederos de África y Asia contaminando el medio ambiente y a las personas. La normativa europea se endurece para evitar que los Estados miembro se salten su obligación de recogida y reciclado.

Varios aparatos electrónicos viejos
Foto:CC

Solo una tercera parte de los residuos electrónicos de la UE se declara oficialmente y por lo tanto recibe un tratamiento acorde con la normativa europea. La nueva directiva permitirá a los consumidores devolver los pequeños aparatos, como teléfonos móviles a las tiendas de electrónica, sin tener la obligación de comprar un nuevo producto. Además, los Estados miembro deben incrementar la cantidad de residuos que recogen, independientemente de que hayan alcanzado la meta general de 4 kilos por persona al año. En 2016, la mayoría de los países deberán recoger 45 toneladas de residuos eléctricos por cada 100 toneladas de aparatos que se hayan puesto en el mercado.

En los veintisiete hay 10 países que deben mejorar sus instalaciones de recogida. Para ellos hay una moratoria y un objetivo intermedio del 40 por ciento. Los países son Bulgaria, República Checa, letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia.

Se introduce una cláusula que permite a los consumidores devolver aparatos pequeños a las tiendas , como teléfonos móviles, sin que tengan la obligación de comprar otro. Aunque las tiendas pequeñas están exentas de esa obligación. En la directiva se establece que se deberán utilizar las mejores técnicas de reciclaje.

En cuanto a la exportación de aparatos fuera de uso, habrá controles más estrictos pata evitar que terminen en países donde no existe tratamiento para estos residuos. Los exportadores deberán demostrar que los aparatos se envían para fines lícitos como su reparación o reutilización. Aunque las exportaciones que se hacen ahora van enmascaradas muchas veces como ayuda al desarrollo. Los aparatos podrían reutilizarse si en el lugar de destino tuvieran capacidad para hacerlo. Pero la falta de preparación o de los repuestos más elementales hace que se destripen en cualquier lugar y por cualquier persona sin preparar, muchas veces niños, y terminen en los gigantescos vertederos que rodean a las grandes ciudades, como el de Agbogbloshie, en las afueras de Accra, capital de la República de Ghana.

Un informe de la organización danesa Danwatch indica que al puerto de Tema, en Ghana, llegan mensualmente unos 600 contenedores con unas 112.000 toneladas al año de aparatos electrónicos obsoletos, procedentes de Italia, Alemania, Holanda, Reino Unido, Suecia, Dinamarca o Francia.

La organización Ecologistas en Acción pide un diseño de productos electrónicos más ecológico, que sea más eficiente con los recursos y que consiga una vida útil más prolongada de los aparatos.