Alemania da otro paso para captar profesionales cualificados

Los títulos profesionales extranjeros se reconocerán en tres meses

El reclamo lanzado desde Berlín de aquí hay empleo ha chocado hasta ahora con el obstáculo del reconocimiento de títulos extranjeros, de difícil homologación con los extremadamente estrictos alemanes. El gobierno de Merkel abre la mano a 300.000 profesionales que trabajan ya en Alemania y a los que lleguen en el futuro con un sistema de reconocimiento de títulos profesionales o académicos en tres meses. Los inmigrantes ahora taxistas o camareros podrán ser los médicos o ingenieros que necesita el mercado alemán.

Foto:DW

Alemania dejó de ser hace tiempo el paraíso de la inmigración y desde hace tiempo también su población envejece. El resultado es una carencia de profesionales cualificados que el gobierno intenta captar en el extranjero o entre los inmigrantes que ya trabajan en Alemania en empleos inferiores a su categoría profesional.

El ejecutivo de Angela Merkel ha aprobado un proyecto de ley para homologar en tres meses titulaciones profesionales o académicas obtenidas en el extranjero. Se calcula que 300.000 inmigrantes trabajan en restaurantes, talleres, ventas o transportes, cuando los estudios realizados en sus respectivos países los capacitan para empleos de mucha mayor cualificación, que son los que Alemania necesita: ingenieros, médicos o informáticos.

El crecimiento alemán vuelve a ir viento en popa y su mercado laboral no responde a ese desafío. La respuesta es relajar la exigente homologación de títulos que, según la propia ministra de Educación, Annette Schavan, responde a la «arrogancia alemana» y ha impedido hasta ahora suplir la demanda de personal cualificado.

Si el legislativo alemán da vía libre al proyecto, a partir de octubre, los inmigrantes podrán presentar su documentación en unas nuevas oficinas creadas al efecto en cada Estado federado y obtener la homologación de su título. Si éste no se corresponde con los que existen en Alemania se le orientará para obtener la cualificación que falta.

La nacionalidad no se tendrá en cuenta, aunque para la mayoría de los empleos requeridos saber alemán es imprescindible. El gobierno da ayudas para su aprendizaje a través de los cursos de integración.

La oposición ha criticado el proyecto por entender que aumentará el caos burocrático, pero el gobierno lo califica de vanguardista y reconoce que responde a la falta de mano de obra cualificada. Además de la evidencia de la demografía, Alemania es ahora un país de emigrantes. Se calcula que entre 2005 y 2009 se marcharon del país 230.000 personas más de las que entraron.

Las nuevas medidas complementan otras puestas en marcha para captar cerebros en el extranjero, como los acuerdos bilaterales firmados con otros países de la UE para contratar a profesionales titulados, a través del programa europeo EURES, entre ellos, España.