Avances insuficientes en la negociación UE-FMI-Grecia

Los inspectores de la llamada troika que evalúan los progresos del gobierno griego volverán a Atenas la próxima semana para seguir negociando las condiciones de entrega del tramo del rescate de 8.000 millones que Grecia necesita para pagar salarios y pensiones en octubre. Lo que la Comisión y el ejecutivo de Papandreu han calificado de avances significativos, los mercados han recibido como insuficientes y las primas de riesgo de los países periféricos han vuelto a subir.

Evangelos Venizelos, ministro griego de Finanzas
Evangelos Venizelos, ministro griego de Finanzas / Foto:UE

El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha dicho ya este miércoles que se tomarán medidas adicionales y se espera que el consejo de ministros hoy mismo anuncie más despidos en el sector público y subidas de impuestos para corregir el déficit y cumplir los compromisos adquiridos con la UE y el FMI para recibir el nuevo tramo del préstamo. Venizelos ha reconocido que «si no fuera por el control de la troika, lamentablemente hubiéramos descarrilado fiscalmente».

Sin embargo, dos días de teleconferencia entre ambas partes no han servido para llegar a un acuerdo definitivo y los técnicos de la troika volverán a Atenas para concretar detalles de las medidas puestas en marcha por el ejecutivo griego, antes de entregar el dinero, a pesar de que el tiempo corre, Grecia no tiene liquidez inmediata y el fantasma de la suspensión de pagos sigue haciendo mella. Venizelos negociará este fin de semana también en Washington, donde asistirá a la asamblea del Fondo Monetario Internacional.

Lo que el ministro griego de Finanzas ha considerado «progresos satisfactorios» no ha sido igual recibido por los mercados. La prima de riesgo de Grecia subía este miércoles, igual que la de España, Irlanda e Italia.

Grecia tiene el compromiso de reducir su déficit por debajo del 3% en 2014 y dejarlo en el 7,5% a finales de este año. Para conseguirlo, según la prensa local, será necesario prescindir de más del 15% de los funcionarios, rebajar las pensiones y subir impuestos. La contestación social contra las medidas aumentan y la presión de la calle hace difícil la aplicación de las medidas.