El Schengen aéreo debe esperar

El cielo único europeo, 10 años sin resultados

Los cielos y aeropuertos europeos corren el riesgo de saturarse. Uno de los proyectos emblemáticos de la UE, la creación de un espacio aéreo sin fronteras, sigue sin dar resultados 10 años después de lanzar su propuesta. El cielo único tendría que permitir triplicar la capacidad del tráfico aéreo y reducir a la mitad el coste de los viajes en avión. Aun así esa iniciativa todavía no despega.

Avión despega de un aeropuerto
Avion despega de un aeropuerto / Foto: CE

Cada año que pasamos con un espacio aéreo fragmentado nos cuesta 5.000 millones de euros, y obliga a los aviones a consumir más combustible, generar más emisiones y provoca mayores retrasos. Se calcula que la falta de unificación de ese espacio obliga a las aeronaves a realizar 42 kilómetros más de distancia en cada vuelo.

El comisario de transporte, Siim Kallas ha dicho hoy en Limasol (Chipre) que «transcurridos más de diez años, los problemas principales siguen siendo los mismos, demasiada poca capacidad, con la posibilidad de una incidencia negativa en la seguridad, a un precio demasiado alto. Hay algunas señales de cambio, pero los avances son, en general, demasiado lentos y limitados».

La IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) ha apoyado las declaraciones realizadas por el comisario de Transportes, Siim Kallas, que afirmó que la entrada en funcionamiento de la iniciativa SES es la "prioridad más importante de la aviación en Europa" y señalan que el llamamiento del vicepresidente "no podía ser más oportuno".

Ante la falta de acuerdo entre los países, la Comisión quiere tener todas las competencias necesarias para exigir a los Estados miembros que cumplan los objetivos acordados y refuercen la independencia del Organismo de Evaluación del Rendimiento. También reforzará las competencias del administrador de la red para que pueda centralizar funciones panaeuropeas, y pueda planificar rutas aéreas.

La Comisión, que presentará nuevas propuestas en la primavera de 2013, calcula que la entrada en funcionamiento del espacio único aéreo aumentará la seguridad diez veces más, se triplicará su capacidad, se reducirá a la mitad los costes de la gestión del tráfico y disminuirán un 10 por ciento las afectaciones en el medio ambiente. Estados Unidos controla un espacio similar al europeo, con más tráfico y con la mitad de costes.

En Europa unos 1.400 millones de pasajaros utilizan anualmente los 440 aeropuertos que hay en la UE. Cada año se registran unos 10 millones de vuelos, lo que significa unos 27.000 diarios. Se calcula que el tráfico aéreo aumentará un 5 por ciento anual hasta alcanzar los 17 millones de vuelos en 2030.

La IATA recuerda que la aviación en Europa es "un catalizador económico clave" que incluye 8 millones de empleos y representa el 2,4% del PIB de la UE. A finales de este año las aerolíneas europeas tendrán pérdidas por un valor de 930 millones de euros.

Con unas tecnologías de gestión del tráfico desfasadas, que fueron configuradas en los años 50 y un espacio dividido en 27 países se hace necesario modernizar estas fronteras para hacer viable el negocio aeroespacial en Europa. Entre el 6 y el 12 por ciento del coste de un billete va destinado al control del tráfico aéreo. Ante esta situación los cielos y los aeropuertos europeos corren el riesgo de quedar colapsados.