La crisis frena la inmigración irregular hacia Europa

A medida que pasa 2009 se acentúa la tendencia decreciente en el número de extranjeros que pretende entrar de forma irregular en la UE. En lo que va de año el número ha descendido un 20%.

Grecia acapara el mayor número de entradas ilegales, seguida de Italia y España, a mucha distancia. Además de las malas perspectivas económicas, los acuerdos alcanzados por algunos Estados de la UE con países de donde procede la inmigración han hecho efecto, así como las labores de vigilancia costera que lleva a cabo Frontex, la agencia que coordina el control de las fronteras exteriores de la UE.

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Los cruces ilegales por las fronteras españolas, tanto marítimas como terrestres, se han reducido a la mitad en lo que va de año. A fecha de hoy, siete mil extranjeros han entrado en España este año de forma irregular, frente a los 17.000 que lo hicieron en las mismas fechas de 2008.

Gil Arias, director ejecutivo adjunto de Frontex, la agencia europea de control de fronteras exteriores de la UE, ha explicado en Madrid cómo la crisis económica ha frenado sustancialmente las entradas ilegales en toda Europa.

El 70 % de toda la inmigración clandestina europea se produce en Grecia, un 13 % en Italia y un 8% en España. Sin embargo, en los tres países ha decrecido en el último año considerablemente. El descenso más acusado se da en Canarias, donde la llegada de embarcaciones procedentes de África ha bajado más del 70%. Este año han llegado a las islas unos 5.000 irregulares, frente a los 11.000 en el mismo periodo de 2008.

Acuerdos con terceros y vigilancia de Frontex

El acuerdo de cooperación alcanzado por el gobierno español y las autoridades de Senegal ha frenado la salida de cayucos hacia Canarias, en cambio ha aumentado ligeramente el número de pateras que intentan llegar a España desde Marruecos y el tráfico ilegal por Andalucía y Levante, procedente de Libia.

La misión de vigilancia que Frontex lleva a cabo en las costas de Senegal y Mauritania ha influido también en el descenso, pero la crisis es la causa que lo ha acentuado, según apunta Gil Arias. «Es evidente que la reducción de medios económicos del inmigrante para costearse el viaje influye y no sólo en los aeropuertos, sino también para conseguir un viaje en patera. Los 500 o 600 euros que cuesta no son una cantidad fácil de reunir en un país africano».

Además de la disminución de cruces ilegales, se ha frenado también el rechazo de inmigrantes en fronteras y el número de personas en situación irregular dentro de la UE. Sin embargo, las peticiones de asilo han crecido un 10%.

A pesar de que considera un éxito las misiones realizadas, Arias cree que «el modelo de Frontex está agotado». La agencia no puede perseguir a las mafias que trafican con personas porque ésa es misión de Europol, pero tampoco tiene autonomía ni medios para actuar porque depende de los Estados miembros.

Según los datos de Frontex, este año hasta octubre han entrado en la Unión Europea de forma irregular unos 140.000 inmigrantes y otros cien mil han sido rechazados en las fronteras. euroXpress