Los europeos creen que el euro no ayuda a salir de la crisis

Casi seis de cada diez europeos cree que la moneda única no ha ayudado a mitigar los efectos negativos de la crisis económica y financiera. Es el resultado de una encuesta de Eurobarómetro que muestra también el pesimismo de los ciudadanos de la UE ante un final próximo de la crisis. El sondeo refleja que existe un gran apoyo en Europa a la idea de poner en marcha una tasa a las transacciones financieras.
Los europeos creen que el euro no ayuda a salir de la crisis
Los europeos creen que el euro no ayuda a salir de la crisis
Casi seis de cada diez europeos cree que la moneda única no ha ayudado a mitigar los efectos negativos de la crisis económica y financiera. Es el resultado de una encuesta de Eurobarómetro que muestra también el pesimismo de los ciudadanos de la UE ante un final próximo de la crisis. El sondeo refleja que existe un gran apoyo en Europa a la idea de poner en marcha una tasa a las transacciones financieras.

El Eurobarómetro, difundido el lunes en el Parlamento Europeo, ha sondeado a 28.000 personas entre abril y mayo y pone de relieve el pesimismo de los ciudadanos ante la crisis económica. Sólo un 14% cree que la UE está recuperando el crecimiento.

Un 57% de los encuestados cree que el euro no ha tenido un papel positivo en la crisis, es un 13% más de los que tenían esa opinión hace dos años. Además, un 36% de los entrevistados cree que la crisis durará muchos años. El porcentaje es mucho más alto en los Estados que han tenido que recurrir al rescate de la UE y el FMI, Grecia, Irlanda y Portugal. En España, comparten esa opinión un 44% de los entrevistados. Fuera de la moneda única, en Suecia, sólo piensan así el 9% de los encuestados.

Los ciudadanos de los 27 tienen opiniones muy distintas ante la disyuntiva de dar más empuje a la economía o reducir el gasto público, y eso depende de la situación de cada uno de los países.

En lo que sí hay mayoría significativa es en el apoyo a la imposición de una tasa sobre las transacciones financieras, como viene pidiendo la Eurocámara y la Comisión piensa proponer después del verano.

La dificultad de crear esa tasa está en la negativa de otros países extracomunitarios a aceptarla, de modo que puede provocar una fuga de empresas, especialmente del Reino Unido, a otras zonas. El eurobarómetro demuestra que los europeos la apoyan a nivel europeo, si no es posible a nivel global.