La situación interna de Bélgica no influirá en la presidencia europea

La presidencia belga de la UE garantiza que la inestabilidad política en su país no tendrá repercusión en su papel europeo durante este semestre. «Cualquier solución política para Bélgica estará integrada en Europa», dice el embajador belga en España, Johan Swinnen

El nuevo gobierno de Bélgica posiblemente no se formará hasta el otoño por la fragmentación del voto en los últimos comicios, pero el ejecutivo dimisionario ha preparado la presidencia europea desde hace dos años junto a España y Hungría, el trío, y su misión en los próximos meses será cerrar los asuntos abiertos durante la presidencia española.

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El embajador belga en España, Johan Swinnen, se muestra cauto sobre los próximos seis meses en los que su país ejercerá la presidencia del Consejo de la UE. Cauto sobre el programa, porque a la vista de lo sucedido en la presidencia española, cualquier acontecimiento puede hacer cambiar las prioridades, pero seguro sobre la responsabilidad de Bélgica al frente de la UE, a pesar de tener un gobierno en funciones .

Swinnen reconoce que no se puede aventurar cuándo se formará el nuevo gobierno belga. La victoria de los nacionalistas flamencos abre interrogantes sobre el futuro de su país, pero no sobre Europa, asegura, porque su objetivo puede ser la separación de Flandes de Bélgica, pero siempre tras un proceso de evolución y de negociación y siempre con la referencia europea.

El embajador además recuerda que si bien los nacionalistas flamencos fueron los más votados, lo fueron sólo en Flandes y que su resultado electoral es sólo del 18% de los votos, mientras que los socialistas de Valonia tuvieron el 17%. La situación política para formar gobierno se presenta difícil porque siete partidos consiguieron entre el 8 y el 17% de los votos y será necesario formar una complicada coalición. Así las cosas, algún miembro del actual gobierno belga ha pronosticado que podría seguir en funciones hasta el fin de la presidencia europea.

En cualquier caso, Swinnen subraya el «consenso sólido de todos los belgas sobre la construcción europea». El 80% de la opinión pública y política del país es europeísta y está de acuerdo con el método comunitario de tomar decisiones.

El programa del trío de presidencias

Pero para afianzar más su posición al frente de la UE, la presidencia belga, la duodécima, insiste en que su programa se ha elaborado junto a España y Hungría, - los otros miembros del trío de presidencias- y con la participación de los parlamentos autónomos belgas y las administraciones regionales, no sólo el gobierno federal. De hecho, «hay muchos gobiernos en la pequeña Bélgica» y todos participan en la presidencia europea con el ejecutivo central.

Además, dice Swinnen que «Bélgica va a disfrutar de la experiencia española». Muchos de los asuntos que España ha puesto en marcha tendrán que consolidarse en la presidencia belga. Tanto es así que las prioridades de su programa prácticamente no difieren de las españolas: lucha contra la crisis económica, cambio climático, seguridad y justicia, desarrollo de la estrategia 2020 y refuerzo del papel de Europa en el mundo. Sin embargo, «es un programa abierto porque es necesario estar preparados y ser flexibles ante cualquier circunstancia imprevista o urgente». El ciudadano quiere ver respuestas de la UE, esa es su razón de ser. «Tenemos que demostrar que Europa sabe organizar la lucha por el empleo, por la prosperidad económica y social y contra la crisis ecónomica y financiera. No hemos encontrado las soluciones pero sí la dinámica.»

El embajador belga en España advierte que con las instituciones implantadas por el Tratado de Lisboa, las presidencias rotatorias han cambiado. No relativiza su papel , pero advierte de que se trata de dar impulso a las iniciativas comunitarias, ni más ni menos. Por cierto, el hecho de que el ex primer ministro belga, Herman Van Rompuy sea ahora el presidente permanente de la UE abre ciertas expectativas que el embajador cree buenas. Las relaciones personales lo son y Van Rompuy, dice, goza de consideración, aprecio y respeto entre la población. euroXpress