La UE e Indonesia: acuerdo histórico contra la madera ilegal

Los problemas con la gestión de los bosques y la deforestación tienen una sombra alargada, más allá de los límites de nuestro continente. Por ello, la Unión Europea acaba de firmar con Indonesia un acuerdo comercial histórico que contribuirá a frenar el comercio de madera ilegal.

Un árbol talado
Solo madera certificada podrá llegar a la UE procedente de Indonesia/ Foto: CE

Según el acuerdo, sólo madera legal verificada y sus productos derivados se exportarán a la UE. Indonesia es el primer país asiático en cerrar un acuerdo de este tipo, ya que es el mayor exportador asiático de madera a la UE.

«Esta unión es una manera práctica de lograr la eliminación de la tala ilegal y su comercio. Este acuerdo es bueno para el medio ambiente y bueno para los negocios responsables porque aumentará la confianza de los consumidores en la madera de Indonesia», ha dicho al respecto Janez Potočnik, comisario europeo de Medio Ambiente.

Después de la ceremonia de la firma de este martes, Indonesia y la UE tendrán que ratificar el acuerdo siguiendo sus propios procedimientos. Para la UE significa la obtención de la aprobación por parte del Parlamento Europeo.

La tala ilegal es un grave problema en muchos países en desarrollo y una gran amenaza para los bosques porque contribuye a su deforestación y degradación, amenaza la biodiversidad y debilita la gestión forestal sostenible y el desarrollo .

En marzo de 2013, una nueva legislación de la UE ponía en vigor la prohibición de la venta de madera talada ilegalmente, con lo que los operadores europeos están obligados a pedir pruebas de que la madera que usan se ha talado legalmente. Una vez que se ratifique el acuerdo de hoy, las exportaciones de madera de Indonesia se considerarán totalmente compatibles con la nueva ley.

Indonesia tiene una superficie equivalente a Francia, España, Alemania y el Reino Unido juntos distribuida en 17.000 islas. El 70 % de su superficie está cubierta por bosques y de ellos, cerca del 60 % se destinan a la producción de madera y a otros usos de la tierra, quedando protegido apenas el 35 %.

La UE tiene acuerdos en este sentido y por asociación voluntaria con Ghana, Camerún, República del Congo, Liberia y la República Centroafricana. Hay negociaciones en curso con Gabón, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Guyana, Honduras, Malasia, Vietnam, Laos y Tailandia.