López Garrido: «La UE competirá por calidad de vida, no por bajar salarios»

El Secretario de Estado para Asuntos Europeos, Diego López Garrido, asegura que la crisis tiene que ser combatida de forma equitativa. En plena crisis financiera y con Bruselas pidiendo que se consoliden reformas y ajustes, López Garrido dice que la «Unión Europea competirá en el mundo no por bajar salarios, sino por calidad de vida y de producción».

Diego López Garrido, secretario de Estado de Asuntos Europeos
Diego López Garrido, secretario de Estado de Asuntos Europeos

En una entrevista concedida a Efe, que reproducen este domingo varios diarios digitales, el secretario de Estado español da una visión positiva del futuro de la UE y parece apostar por posiciones menos neoliberales que las que se están poniendo en marcha en Europa. Dice que el mayor esfuerzo para combatir la crisis debe recaer en los que más tienen.

López Garrido apuesta por el establecimiento de la llamada tasa de transacciones financieras que, a su juicio, servirá para «luchar contra la especulación»; y por una estrategia europea que tenga como bases de modelo productivo la educación, el conocimiento, la innovación y la tecnología. Con los fondos tecnológicos de la UE, dice, España puede ir «cerrando la brecha» con otros países europeos más avanzados en capacidad innovadora.

El gran debate europeo para los próximos meses será el de los presupuestos para esta década y el reparto de fondos, en los que España perderá opciones por la mayor renta regional. Cuatro autonomías salen del objetivo 1 de la UE, Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia. La estrategia del gobierno español, según López Garrido, es que no se vean abocadas a una pérdida abrupta de fondos, sino que sea gradual y, como ha pedido el Parlamento Europeo, pasen a un grupo de regiones intermedias que pueda seguir beneficiándose de fondos europeos.

El otro gran asunto europeo pendiente es la reforma de la Política Agraria Común. El secretario de Estado insiste en la necesidad de que esta materia no entre en «una deriva renacionalizadora», sino que debe seguir siendo una gran política europea, probablemente «la más importante» en cuanto a la distribución de los fondos europeos.