Oslo: la policía cree que el único detenido podría tener un cómplice

La policía noruega no descarta ninguna hipótesis mientras continúa interrogando al único detenido que se ha declarado autor de la matanza pero no culpable. Los noruegos no dan crédito a lo sucedido en su país que creían el lugar más pacífico y seguro del mundo. Hasta ahora el número de fallecidos se eleva a 92 pero podría aumentar.

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Foto del detenido
El presunto culpable

La policía noruega no descarta ninguna hipótesis mientras continúa interrogando al único detenido que se ha declarado autor de la matanza pero no culpable. Los noruegos no dan crédito a lo sucedido en su país que creían el lugar más pacífico y seguro del mundo. Hasta ahora el número de fallecidos se eleva a 92 pero podría aumentar.

La policía noruega cree que el número de fallecidos podría llegar hasta 98 teniendo en cuenta que en los hospitales hay numerosos herido. En total los heridos fueron 97. La policía continúa buscando desaparecidos en tierra en la isla de Utoeya y en el mar con ayuda de un pequeño sumergible.

El jefe de la policía en funciones, Sveinung Sponheim, ha dicho este domingo que el detenido, Anders Behring Breivik, ha confesado que actuó en solitario, tanto con la bomba que estalló en el centro de Oslo donde murieron 7 personas como en el tiroteo en la isla donde mató de una forma sistemática a 85 jóvenes de entre 15 a 20 años. Sin embargo no se considera culpable de nada. «La policía debe comprobar todo lo que dice. Algunos de los testigos de la isla han dicho que no están seguros de si había uno o más agresores», ha dicho Sponheim.

La isla es propiedad del Partido Laborista noruego que organiza campamentos para jóvenes cada año. Allí llegó el sospechoso vestido de policía y se acercó a los muchachos diciendo que iba a explicarles lo que había sucedido en la capital y a organizar la seguridad. A continuación comenzó a disparar sobre ellos de una forma fría y metódica. Algunos supervivientes han dicho que disparaba dos veces a cada uno para asegurarse de su muerte. Estuvo disparando durante 90 minutos.

Los noruegos no pueden dar crédito a lo sucedido «Quizá Noruega no sea tan inocente y segura como pensábamos» reflexionaba una mujer ante los destrozos ocasionados por la bomba. El primer ministro, Jens Stoltenberg, tras reunirse con supervivientes y familiares de las víctimas, decía que es muy pronto para saber como habrán afectado al país los atentados y como cambiará. «Creo que podemos mantener algunas de las cosas más importantes que observamos en la sociedad noruega: que somos una sociedad abierta, que somos una sociedad democrática y que Noruega es una sociedad donde tenemos una relación muy estrecha entre la gente y los políticos».

Según su abogado, el hombre que ha confesado la autoría de la masacre habría pasado años redactando un manifiest, de unas 1000 páginas, sobre sus perspectivas que colgó en la red días antes de los hechos. Al parecer se definía como cristiano conservador de Oslo. Entre sus gustos la caza, el análisis político y de acciones. Según un amigo, hace unos dos años que se hizo de extrema derecha. Participaba en debates en Internet en los que se manifestaba como nacionalista y opositor al multiculturalismo.