Reformar el modelo social europeo para poder mantenerlo

Entrevista con José Isaías Rodríguez, director de la Delegación de la CEOE ante la UE

La UE ha planteado toda una hoja de ruta para llegar al crecimiento sostenible europeo y evitar los desequilibrios que la crisis financiera ha acentuado y para hacerla efectiva cuenta con el respaldo de la patronal europea. Los empresarios apuestan porque los socios comunitarios sigan el proceso de reformas emprendidas. En esta entrevista para euroXpress, José Isaías Rodríguez García-Caro, responsable de la CEOE ante la UE, afirma que el futuro modelo social europeo sólo será posible si se reforman sus elementos estructurales.

José Isaías Rodríguez, delegado de CEOE ante la UE
José Isaías Rodríguez, delegado de CEOE ante la UE

Entrevista con José Isaías Rodríguez, director de la Delegación de la CEOE ante la UE

La patronal europea aprueba los planes de la UE para enderezar la economía y dejar atrás la crisis financiera. En esta entrevista para euroXpress, José Isaías Rodríguez, responsable de la CEOE ante la UE apuesta por concretar los compromisos estatales para ganar competitividad, coordinación de las políticas entre los 27, reducción de gasto público y reformas del mercado laboral como claves para conseguir crecimiento y empleo. Asegura que es la forma de mantener el modelo social europeo

euroXpress.- Portugal ocupa estos días el centro de atención de la economía europea. ¿Puede concretarse qué ha hecho mal Portugal para llegar a pedir el rescate de la UE?

José Isaías Rodríguez.- Detrás del rescate a Portugal, al igual que en los anteriores rescates, hay una cuestión principal de fondo: la incapacidad de estos países de generar confianza entre los inversores. En el caso de Portugal, se han conjugado una serie de factores que han provocado una fuerte subida en la prima de riesgo de sus bonos. Por ejemplo, como consecuencia de la crisis, el déficit público se ha disparado en Portugal y su Gobierno no ha podido sacar adelante un paquete de medidas que permita recortar el gasto público, de manera que el déficit se sitúe en niveles sostenibles. El hecho de que el Primer Ministro, José Sócrates presentara un programa de ajuste de la economía, que fue rechazado por el Parlamento, ha contribuido a precipitar la pérdida de confianza de los mercados en la capacidad de Portugal para enderezar su situación.

eXp.- El miedo al contagio en España está siempre presente. ¿Lo ve usted posible?

J.I.R.- El caso de España es distinto, como corroboran los últimos datos sobre la evolución de la prima de riesgo de nuestro país, que, como sabrá, la pasada semana se situó a los niveles más bajos de los últimos cinco meses. Asimismo, las últimas declaraciones del Director Gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, y del Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn, van en el mismo sentido: España no necesitará ningún tipo de rescate. Nuestro país cuenta con un tejido empresarial muy sólido, no en vano, muchas de nuestras empresas se encuentran entre las mejores a nivel global en su sector. Asimismo, se están empezando a acometer las reformas imprescindibles para la economía española, que desde CEOE tantas veces hemos trasladado al Gobierno. No obstante, no podemos bajar la guardia y se ha de continuar introduciendo con decisión, valentía y rigor aquellas reformas que la economía española necesita y que son, fundamentalmente, el control del gasto público (especialmente el de las Administraciones autonómicas y locales), la reforma del mercado laboral y el aumento de la productividad.

eXp.- La UE ha establecido toda una serie de medidas para evitar estas crisis de deuda entre sus socios y mejorar la economía europea. Para empezar, un pacto por el Euro para reforzar la competitividad de los Estados. ¿Con las diferencias existentes entre los 27, cree usted que es posible armonizar las políticas económicas?

J.I.R.-Es indiscutible que cada Estado miembro tiene sus propias peculiaridades. Sin embargo, a lo largo del proceso europeo de integración el grado de dependencia y correlación entre países de la UE ha aumentado considerablemente y sería muy negativo que las distintas políticas económicas fueran por libre. Esto es particularmente importante en el caso de la zona euro, ya que, como ha quedado patente en los últimos meses, no parece compatible una política monetaria común con 17 políticas económicas diferentes. Por ello, es fundamental que los Estados miembros se comprometan seriamente con la aplicación del Pacto por el Euro Plus, adoptado por el Consejo Europeo de 24 y 25 de marzo, si se quieren obtener resultados satisfactorios. En opinión de CEOE, que España haya sido uno de los primeros países en presentar medidas es una muestra de su compromiso con el mencionado Pacto. Es fundamental que el Gobierno español mantenga el pulso de las reformas y elabore y aplique un Programa Nacional de Reformas (PNR) ambicioso, con la estrecha colaboración de los interlocutores sociales.

eXp.- Reformas del mercado laboral, vinculación de salarios a productividad, jubilaciones más tardías... Los sindicatos dicen que es el final del modelo social europeo, ¿Hay argumentos en contra de este planteamiento?

J.I.R.- La crisis económica y financiera actual, de la que a duras penas estamos saliendo, ha exacerbado las tensiones a las que viene estando sometido el modelo social europeo desde hace tiempo. Una de las causas de los graves efectos que la crisis está teniendo en la UE, en general y en España, en particular, es no haber llevado a cabo reformas estructurales, entre ellas las que usted cita, en épocas de bonanza económica. Teniendo esto en cuenta, la flexibilización de las relaciones laborales, junto con la dinamización del mercado de trabajo, son cruciales para generar empleo. Por tanto, cuanto más tarde se introduzcan y apliquen reformas en esa dirección, más tarde volveremos a la senda del crecimiento sostenible. El status quo y la reticencia al cambio no son la solución: el futuro modelo social europeo sólo será posible si se reforman los elementos estructurales del mismo.

eXp.- ¿Es posible, como dice la UE, lograr un equilibrio entre seguridad y flexibilidad?

J.I.R.- El logro de un equilibrio entre flexibilidad y seguridad laborales es un objetivo en el que están de acuerdo todos los Estados miembros y, por eso, ha sido propuesto por la UE. En el Consejo Europeo de 14 de diciembre de 2007, los Jefes de Estado y/o de Gobierno aprobaron unos principios comunes sobre flexiseguridad, especificando que no existe un único modelo a seguir. En síntesis, se trata de pasar de una concepción de la seguridad laboral basada en la preservación del puesto de trabajo, a otra anclada en asegurar el mantenimiento y actualización de las habilidades y competencias necesarias para permanecer y progresar en el mercado laboral. Para que este cambio sea posible es imprescindible mejorar la flexibilidad laboral interna y externa, adaptar las estrategias de aprendizaje permanente a las necesidades del mercado laboral, modernizar las políticas activas de empleo y reformar el sistema de protección contra el desempleo, con vistas a incentivar la permanencia en el mercado de trabajo. A estos efectos, la existencia de un diálogo social responsable y constructivo constituye un factor de éxito. En España se están dando pasos en la buena dirección, aunque es preciso elevar el nivel de ambición para invertir la situación actual.

eXp.- La armonización de la base del impuesto de sociedades está también en el Pacto y ya hay una propuesta de la Comisión Europea. ¿Es suficiente para mejorar el mercado interior o habría que armonizar también los tipos impositivos?

J.I.R.- El objetivo final del establecimiento de una base imponible consolidada común del impuesto sobre sociedades (BICCIS) es superar algunos de los principales obstáculos al crecimiento en el mercado interior. En la actualidad, las empresas se deben enfrentar a 27 administraciones tributarias distintas a la hora de realizar actividades transfronterizas, lo que desincentiva la inversión en la UE. Desde esta perspectiva, toda medida dirigida a simplificar la legislación y mejorar el entorno empresarial es positiva, si la misma está bien planteada.

eXp.- El Consejo Europeo constata que las empresas europeas no aprovechan las posibilidades que ofrece el mercado único. ¿Qué es lo que falla?

J.I.R.- Para las empresas españolas, el Mercado Único europeo ofrece una plataforma sólida para adaptarse a las realidades cambiantes, así como para poder competir en mejores condiciones en un mundo globalizado. Ahora bien, se trata de un mercado dinámico, que es necesario consolidar e integrar. En este sentido, es preciso que se fomente el desarrollo de normas y estándares de calidad que permitan a las empresas sacar partido de las oportunidades que el mismo ofrece. Al mismo tiempo, es vital garantizar un terreno equitativo para las empresas, con vistas a asegurar una competencia leal y eficaz. Por último, el éxito del mercado único depende en gran parte del establecimiento de un conjunto de normas coherente y efectivo, que evite la dispersión y profusión legislativas y favorezca la actividad empresarial.

eXp.- También está en marcha el llamado Semestre Europeo para orientar y vigilar los presupuestos nacionales desde Bruselas. ¿A usted le parece correcto que sea la UE la que limite el margen de maniobra de los Estados en materia económica?

J.I.R.- La crisis ha puesto de manifiesto la enorme interrelación existente entre los distintos Estados miembros de la UE. En el último año y medio hemos comprobado como lo que ocurre en Grecia puede afectar mucho a España, Bélgica, Italia o incluso Alemania y viceversa. Por tanto es imprescindible llevar a cabo una mayor vigilancia de la estabilidad presupuestaria de los distintos países. El Semestre Europeo es una iniciativa que busca la coordinación de las políticas económicas y presupuestarias en la UE. Esto no quiere decir que la responsabilidad de elaborar los presupuestos nacionales deje de recaer sobre los propios Estados miembros, sino que éstos tendrán que ajustarse a una serie de directrices y se verán sometidos a una vigilancia más estrecha que permita detectar a tiempo posibles desequilibrios, de manera que se evite revivir una situación como la que viene padeciendo la UE.

eXp.- La Estrategia UE2020 apuesta por la formación y por la innovación como claves de la recuperación económica europea. ¿Están las empresas europeas en condiciones de invertir en esos campos?

J.I.R.- Las empresas están firmemente comprometidas con la innovación y la formación de sus trabajadores, en particular, y de la población activa, en general. Contar con una plantilla bien formada y con capacidad de adaptación ante nuevas situaciones es uno de los principales activos de cualquier organización. Sin embargo, debemos recordar que la responsabilidad de elaborar unas políticas públicas coherentes en el tiempo, orientadas hacia la obtención de resultados y dotadas con medios suficientes para su implementación recae en las Administraciones Públicas. En un contexto dominado por la necesaria austeridad presupuestaria, es imprescindible reorientar y racionalizar el gasto público, sobre la base de la eficiencia y eficacia. Por otra parte, la mejora del acceso a la financiación necesaria para invertir no sólo en innovación, sino en I+D, es de vital importancia para las empresas.

eXp.- El fomento del crecimiento y del empleo es el objetivo último. ¿Qué está pasando para que algunos países como Holanda tengan un índice de paro del 4,5% mientras España supera el 20%?

La crisis económica y financiera que estalló en 2008 ha tenido efectos muy desiguales en los Estados miembros de la UE, puesto que las situaciones de partida y las respuestas ante la misma han sido igualmente diferentes. Por ejemplo, mientras que en Países Bajos y otros países, el significativo retroceso del PIB no se tradujo en una dramática subida del paro, en España se produjo el efecto contrario y aún no estamos en condiciones de crear empleo. Uno de los factores que explican este comportamiento de la economía española es la rigidez del marco de relaciones laborales. En este sentido, la reforma de la negociación colectiva es clave para mejorar la capacidad y celeridad de adaptación de empresas y trabajadores.