Un concurso de la televisión holandesa satiriza sobre la expulsión de solicitantes de asilo

La fórmula es habitual en televisión: un concurso de preguntas y respuestas. Los concursantes, no tanto: son inmigrantes que han pedido asilo en Holanda y su solicitud ha sido denegada. Con todos los tintes frívolos de los concursos televisivos y buenas dosis de cinismo se ha querido llamar la atención sobre un problema clave para la sociedad holandesa. Ha ganado una joven kurda que volverá a Armenia con los 4.000 euros del premio. Los otros participantes se han llevado bulbos de tulipán y un chaleco antibalas.

El programa
El programa

El programa lo ha emitido la cadena pública holandesa VPRO con el título Weg van Nederland, que puedetraducirse como Fuera de Holanda o Loco por Holanda. Cinco solicitantes de asilo obligados a abandonar el país han tenido que demostrar sus conocimientos sobre la lengua y la cultura holandesas, como muestra de su integración en el país. Los cinco son jóvenes con formación superior, que llevan entre 9 y 13 años en Holanda, y han demostrado amplios conocimientos del país para romper los argumentos de la ultraderecha xenófoba.

La emisión ha sido un escándalo que ha levantado una fuerte polémica en Internet por hacer espectáculo con un grave problema que sufren miles de personas en Holanda. Sin embargo, los responsables del programa aseguran que querían llamar la atención sobre un hecho paradójico. «Se expulsa a los hijos de solicitantes de asilo que han permanecido durante muchos años en el país, recibiendo una buena formación, hablan perfectamente holandés y solo conocen su país por televisión».

Así justifica la idea, el jefe de redacción de VPRO, Frank Wiering, y los hechos le dan la razón. El gobierno de La Haya anuló la orden de expulsión de una familia afgana que había vivido más de diez años en Holanda, después de considerar que la hija tendría una complicada integración en la sociedad afgana.

La política de asilo holandesa recibe constantes críticas por la duración del proceso que deben seguir los inmigrantes que pretenden quedarse en el país. Es habitual que pasen tantos años que los hijos de los aspirantes se crían y educan en Holanda antes de que se resuelva si se quedan o son expulsados. Los responsables de Fuera de Holanda calculan que hayunos 2.000 menores en esa situación.

La inmigración es un elemento polémico en el país porque se calcula que se ha duplicado en los últimos 20 años. En Holanda viven unos 700.000 musulmanes y en ciudades como Rotterdam, la mitad de la población es de origen extranjero.

El éxito en las últimas elecciones de la ultraderecha xenófoba liderada por Geert Wilders, que apoya al gobierno de centro derecha, ha promovido una tendencia más acusada a endurecer las leyes de asilo holandesas.