Siria: Annan reclama osadía en pro de la paz

El enviado de paz de la ONU en Siria, Kofi Annan, ha definido como «un crímen atroz» el asesinato de más de 108 personas en la ciudad de Houla el pasado viernes. Las muertes han continuado más de 40 personas, de ellas 8 niños en las últimas 24 horas. Las autoridades de Damasco niegan que los militares estén implicados y rechazan la versión de la ONU. El conflicto sirio se ha convertido ya en el más largo y sangriento de los levantamientos de la primavera árabe.

Uno de los ataudes entre la multitud
Entierro de los muertos en la masacre

DOHA, (IPS) - El enviado de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Kofi Annan, ha hecho un llamamiento al gobierno de ese país para que tome medidas enérgicas para demostrar su compromiso con el restablecimiento de la paz.

Annan ha formulado estas declaraciones durante su visita a Damasco, adonde llegó este lunes para mantener conversaciones con altos funcionarios luego de que varios líderes mundiales avalaran su plan de paz como única manera de solucionar el conflicto en ese país de Medio Oriente.

El ex secretario general de la ONU, que se ha declarado horrorizado por la masacre ocurrida este fin de semana en la localidad de Hula en la que murieron 110 personas, entre ellas 49 niños y niñas, ha pedido a cualquiera que porte un arma la deponga. «Urjo al gobierno a que dé pasos osados para demostrar que su intención de resolver esta crisis pacíficamente es seria, y a cada uno de los involucrados a ayudar a crear el contexto adecuado para un proceso político creíble», ha dicho.

Según una fuente oficial siria, Annan tenía previsto reunirse este lunes con el ministro de Relaciones Exteriores, Walid al-Muallem, antes de dialogar el martes con el presidente Bashar Al Assad,

A primera hora de este lunes, el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, y su homónimo ruso, Sergei Lavrov, convocaron a una conferencia de prensa conjunta en Moscú para reclamar mayores esfuerzos para poner en marcha el plan de paz que exige que tanto las fuerzas del gobierno como los rebeldes cesen las hostilidades, y que haya un proceso político liderado por los propios sirios.

Lavrov dijo que «quién esté en el poder» en Siria es menos importante que el hecho de poner fin al derramamiento de sangre. «No apoyamos al gobierno sirio, apoyamos el plan de Kofi Annan», afirmó.

Alerta de guerra civil

Hague advirtió sobre la posibilidad de que se desencadene una guerra civil total. «Las alternativas son el plan de Annan o un caos cada vez mayor», dijo, llamando a todas las partes a cesar la violencia. «No sostenemos que toda la violencia en Siria sea responsabilidad del régimen de Assad, aunque este tiene la responsabilidad principal», agregó.

Las potencias mundiales quieren que Rusia, aliada cercana de Siria, presione al gobierno de Assad. «Rusia está en una posición difícil y aislada», señala Rory Challands, de Al Jazeera, en un informe desde la capital rusa. «Moscú es amigo de Siria desde hace décadas, y ha vetado dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que condenaban la matanza. Necesita velar por sus intereses estratégicos y económicos en Siria, pero no mostrarse demasiado como el protector de un gobierno represivo y violento».

Lavrov se reunió con Hague un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara por unanimidad el uso de armas pesadas en la masacre de Hula.

El foro mundial señala en un comunicado de prensa emitido el domingo tras una reunión de emergencia que el «indignante uso de la fuerza» contra civiles viola el derecho internacional y que «en los ataques se produjeron una serie de bombardeos con artillería y tanques del gobierno contra un barrio residencial».

El mayor general Robert Mood, jefe de la misión de observadores de la ONU en Siria, dijo que algunas de las víctimas fueron muertas por los bombardeos, y otras recibieron disparos a corta distancia, pero no atribuyó responsabilidades por estos crímenes. Según los activistas, varios niños murieron apuñalados.

«Familias enteras ejecutadas»

La organización Human Rights Watch, con sede en Estados Unidos, dijo haber entrevistado a supervivientes y activistas locales que señalaron que «el ejército sirio bombardeó el área el 25 de mayo, y hombres armados, con vestimenta militar, atacaron casas en las afueras de la localidad y ejecutaron a familias enteras». «Todos los testigos declararon que los hombres armados eran progobierno, pero que no sabían si eran miembros del ejército sirio o de una milicia, llamada localmente 'shabiha'», manifestó.

Human Rights Watch dijo también que «la mayoría de los asesinados pertenecían a la familia Abdel Razzak». Señaló así mismo, que «activistas locales proporcionaron a Human Rights Watch una lista de 62 muertos pertenecientes a la familia Abdel Razzak»,.

El gobierno sirio ha culpado de las muertes a «terroristas» y negado que sus fuerzas hayan usado armamento pesado en Hula. Ha añadido que las fuerzas de seguridad sufrieron pérdidas en enfrentamientos con los rebeldes.

Los activistas han confirmado que combatientes de la oposición atacaron un puesto de control, pero dijeron que eso ocurrió después de que fuerzas del gobierno abrieran fuego contra una manifestación. El Consejo de Seguridad ha pedido al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y a la misión observadora del foro mundial en Siria, que continúen investigando los ataques de Hula.

Actualmente hay más de 280 observadores militares desarmados en Siria para vigilar el cese de hostilidades que se inició el 12 de abril pero que cada día parece más cerca del colapso. El miércoles 30 Annan informará al Consejo de Seguridad sobre sus esfuerzos para poner fin a la crisis siria, que ya lleva 15 meses. Según la ONU, más de 10.000 personas fueron asesinadas en el levantamiento contra Assad, mientras que los activistas sirios sitúan esa cifra en más de 13.000.