Impulso a la Unión por el Mediterráneo

La puesta en marcha de la Unión por el Mediterráneo avanza. Es uno de los proyectos estrella de la presidencia española de la UE y hoy en El Cairo se han dado pasos significativos. Ya hay un candidato para ocupar la secretaría general, el jordano Ahmed Jalaf Masade.

Este nombramiento y los estatutos de la Unión han bloqueado hasta ahora su puesta en funcionamiento desde que se creó en julio de 2008, a iniciativa del presidente francés Nicolás Sarkozy. La presencia de Israel entre sus miembros ha paralizado hasta ahora cualquier progreso por oposición de los países árabes.

La Unión por el Mediterráneo tiene ya candidato a secretario general. Es el jordano Ahmed Jalaf Masade. Su nombramiento, si finalmente es ratificado la semana que viene, desbloquearía la puesta en marcha de la organización creada en 2008 y en la que la presidencia española de la UE tiene puestas muchas expectativas.

Este miércoles se han reunido en El Cairo los ministros de Exteriores de España, Francia, Egipto, Túnez y Jordania y, según han declarado tras el encuentro, se ha progresado en los nombramientos y los estatutos de la organización, primer paso para que la Unión funcione definitivamente.

Su impulso es primordial para la presidencia española de la UE, que tiene previsto celebrar una cumbre el próximo 7 de junio en Barcelona, sede del secretariado, aún inexistente.

La Unión por el Mediterráneo es un proyecto del presidente francés, Nicolás Sarkozy, conclusión de lo que se llamó Proceso de Barcelona, cuyo objetivo es incrementar la cooperación entre Europa y los países ribereños del Mediterráneo. Cuarenta países se han sumado a la iniciativa, que pretende promover proyectos en medio ambiente, transporte, energía, cultura y educación. La UE ya ha aportado 90 millones de euros.

El rechazo de los países árabes a la participación de Israel ha paralizado hasta ahora los trabajos. Turquía y Chipre mantienen también diferencias por los puestos que pueden ocupar en la dirección de la organización. Las dificultades iniciales para consensuar una estructura organizativa terminaron en bloqueo tras los ataques israelíes a Gaza en diciembre de 2008. euroXpress