La UE aprueba en reciclaje (con baja nota)

Los 27 van mejorando en temas de reciclaje así como en la prevención y reutilización de los residuos, aunque a pasos muy pequeños y con significativas diferencias entre los socios. Según un estudio hecho público por la Comisión Europea, cada habitante de la UE produce al año 524 kilos de basura, cifra que se ha mantenido en 2010.

La falta de políticas medioambientales y en la gestión de residuos, como ocurrió el pasado año en Italia, siguen siendo el mayor problema a resolver por la nueva Directiva Marco de residuos, que todavía no se ha aplicado en muchos países.

Foto:UE

La Comisión Europea ha hecho público un informe sobre el comportamiento de los Estados miembros en relación a la prevención y reciclado de residuos. El informe destaca que algunos socios, como Finlandia, Dinamarca, Suecia, Alemania, Países Bajos y Bélgica, han registrado importantes progresos, pero aún queda mucho por hacer. Los avances en la materia siguen adelante aunque a pasos aún demasiado pequeños.

Capítulos como el de Italia, que vivió uno de los últimos episodios de incumplimiento de legislación sobre residuos de la UE el año pasado, dejaron entrever que los residuos siguen representando aproximadamente el 20 % de todos los asuntos de infracción en materia de medio ambiente que se dan hoy en día en el seno de la Unión.

Cada habitante de la UE produce 524 kilos de basura al año

El informe indica que, en la mayoría de los Estados miembros, se aumenta o se estabiliza la generación global de residuos aunque a un ritmo inferior al crecimiento económico. Desde 2000 hasta 2010 cada persona ha generado, por año, 524 kilos de residuos urbanos, cifra que no ha aumentado pese a que el consumo de los hogares si lo ha hecho en torno al 16 %. Aún queda mucho por avanzar y es que se tira a la basura hasta el 25 % de los alimentos comprados por los hogares de la UE. Se podría evitar un 60 % de esos residuos, lo que permitiría a cada hogar ahorrar unos 500 euros anuales.

Entre los Estados miembros las diferencias están bastante pronunciadas. Mientras que en algunos países han desparecido casi los vertidos y los índices de reciclaje están en torno el 70%; en otros, la basura apenas es controlada y el reciclaje brilla por su ausencia.

La UE pretende estimular la adopción de instrumentos económicos y jurídicos más eficaces, incluidas las prohibiciones de vertido y la aplicación del concepto de responsabilidad del productor a otros flujos de residuos en toda la UE. Bruselas quiere dar mayor coherencia entre el diseño de los productos y las políticas en materia de residuos para seguir estimulando el reciclado. También se pretende concienciar más a la población con el objetivo de lograr una sociedad que no sólo prevenga la generación de residuos, sino que también los aproveche como recursos.

España entre los países que menos recicla

El caso italiano ha sido el más significativo en los últimos tiempos. Desde septiembre y hasta finalizar el 2010, el país sufrió una grave crisis generada por la presencia de toneladas de basura sin recoger en sus calles, acompañada de episodios de violencia y enfrentamientos entre los vecinos, que se oponían a la reapertura de vertederos, y a las fuerzas del orden.

Más de 10.000 toneladas de basura en las calles de Nápoles provocaron una inspección de un equipo de expertos de la Comisión Europea, encabezado por la titular de la dirección general de Medio Ambiente, Pia Bucella, para revisar la situación y, quizás, denunciar de nuevo a Italia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea si no solucionaba el problema.

La CE consideró que el problema era "muy similar a la crisis que estalló en 2007", y denunció que las autoridades italianas no hubieran hecho lo necesario para encontrar una solución adecuada y definitiva al problema, como por ejemplo poner en marcha en Campania una red de instalaciones capaz de asegurar la gestión de los residuos urbanos de forma que no ponga en peligro la salud y el medio ambiente.

Italia no es el único país con tareas que realizar en cuanto el reciclaje y la utilización, a posteriori, de esos residuos. El pasado 19 de enero, Bruselas señaló a España, Portugal, Grecia, Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia, Polonia y Letonia como los países de la Unión Europea que menos reciclan y que abandonan más residuos en vertederos.

España es uno de los países miembros con "un progreso lento o limitado a la hora de convertirse en una sociedad del reciclado", según Bruselas. Se trata de un país con bajos niveles de reciclaje de residuos sólidos urbanos y tasas de mejora reducidas o estables, altos niveles de descargas en vertederos de basura, que se mantienen estables o aumentan y un crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el sector de residuos. Francia y Reino Unido se encuentran en una situación intermedia y lejos de los países del norte de Europa, con importantes avances en la materia.

Mejorar la legislación es fundamental

La nueva Directiva Marco de residuos, que debería haberse incorporado a los ordenamientos jurídicos a más tardar el 12 de diciembre de 2010, todavía no lo ha hecho en muchos países de la UE. Los Estados miembros disponían de un período transitorio de dos años para establecer las medidas necesarias para dar cumplimiento a la nueva Directiva. Sin embargo, solo unos pocos han notificado hasta ahora a la Comisión su incorporación al ordenamiento jurídico nacional. La Comisión está siguiendo la situación atentamente y, de ser necesario, actuará contra los que no la apliquen.

La Directiva obliga a los Estados miembros a modernizar sus planes de gestión de residuos y a crear programas de prevención de residuos a más tardar en 2013. También deberán reciclar el 50 % de sus residuos urbanos y el 70 % de los de construcción y demolición para 2020.

La Comisión seguirá controlando la aplicación y el cumplimiento de la legislación sobre residuos a escala nacional, incluidos los requisitos de la nueva Directiva Marco de residuos, pero también intentará conseguir el apoyo de los Estados miembros para elaborar las estrategias y políticas adecuadas en origen.