«Las mujeres no vamos a dejar que la revolución árabe sea confiscada por los hombres»

Hablamos con Nabila Hamza, presidenta de Foundation for the Future

El Nobel de la Paz 2011 ha querido destacar la labor de las mujeres en los procesos de paz y el cambio político y social en el mundo. Entre los candidatos estaba también el movimiento de las primaveras árabes. Unos movimientos que tienen rostro de mujer. Miles de ellas han participado activamente en las calles o en internet.

Nabila Hamza, presidenta de la Fundación por el Futuro
Nabila Hamza, presidenta de la Fundación por el Futuro / Foto:eXp
Hablamos con Nabila Hamza, presidenta de Foundation for the Future

El jurado del Nobel de la Paz 2011 ha querido destacar la labor de las mujeres en los procesos de paz y el cambio político y social en el mundo. Entre los candidatos estaba también el movimiento de las primaveras árabes. Unos movimientos que tienen rostro de mujer. Miles de ellas han participado activamente en las calles o en internet. euroXpress ha hablado con la socióloga y periodista tunecina, Nabila Hamza, del papel de las mujeres en estos movimientos y de los grandes retos que todavía tienen por delante para conseguir que se respeten sus derechos.

euroXpress.- ¿Las reivindicaciones de las mujeres en las plazas son nuevas o han servido para recordar que ellas también están ahí?

Nabila Hamza.- Estas reivindicaciones no son nuevas. Hay países que tienen una larga tradición de lucha feminista, quetiene raíces muy profundas como en Túnez, Egipto o Marruecos. En el resto de países, muchos de ellos nuevos, no tienen una vieja historia y por tanto el movimiento de mujeres es más tardío. Ese movimiento ha sido el origen del cambio que se produjo con el código de estatuto personal o de família en Marruecos. Allí ha permitido cambiar la constitución y recoger el principio de igualdad de género, que es un logro extraordinario y eso hay que mencionarlo. Es una dinámica que ha empezado y que no se va a parar. Yo soy sinceramente muy optimista.

eXp.- ¿Una cosa es el optimismo y otra la realidad, no?

N. H.- Claro, yo soy optimista porque es un movimiento que no se va a parar. Hay retos, hay desafíos. Algunos de los desafíos son el movimiento islamista y el movimiento salafista. Nadie puede negar que el movimiento conservador es una realidad.

eXp.-¿Cuál ha sido el papel de las mujeres en las revoluciones de Egipto o Túnez?

N. H.- Yo creo que todo el mundo ha visualizado el gran papel de la mujer árabe durante las últimas revoluciones y en las que todavía están en curso, como Yemen o Siria. La participación de la mujer ha sido algo realmente clave que ha hecho que el movimiento haya basculado para convertirse en un movimiento real de masas. Y que han reflejado las aspiraciones de toda la región. Nadie puede negar eso. Podemos decir que las revoluciones tenían un rostro de mujer incontestable.

eXp.- De alguna forma la mujer siempre ha participado en las revueltas árabes, que hace diferente a las de ahora

N. H.- No hay que olvidar que la mujer también ha participado muy activamente en otros acontecimientos históricos, sólo hay que recordar a las argelinas en la revolución de la independencia y lo mismo las tunecinas durante la colonización en el siglo pasado. La nueva imagen, el nuevo símbolo son mujeres que llaman al derrocamiento de la dictadura, que luchan contra la opresión y que reclaman la ciudadanía equitativa y que llaman a una plena igualdad. La lucha de la mujer ha cambiado desde el siglo pasado.

eXp.- La participación ha sido diferente en unos países que en otros...

N. H.- Las mujeres han estado al frente de los levantamientos en las plazas de Egipto, en Túnez, en Bahrein o en Yemen. Salieron masivamente aunque en estos dos últimos países estuvieran separadas de los hombres, con masas negras de miles y miles de mujeres vistiendo sus abayas. Ahí tenemos el ejemplo de Tawakul Kerman, que ha obtenido el premio Nobel de la Paz este año. Ha sido una participación extraordinaria y no se puede olvidar que la mujer ha estado muy activa en el ciberespacio, en twitter, en facebook y desde allí han llamado a la movilización femenina. Es un nuevo protagonista en la escena árabe. Ahora luchan por la democracia y al mismo tiempo dicen que no hay democracia sin que se reconozcan los derechos de la mujer. No vamos a dejar pasar esta vez y no vamos a dejar que la revolución sea confiscada por los hombres.

eXp.- ¿Los hombres son también conscientes de eso?

N. H.- Yo creo sinceramente que los hombres han cambiado en el mundo árabe. Hemos visto a los hombres que han salido a las plazas, que han hecho llamamientos en internet, muchos jóvenes que luchan hoy en día por los derechos humanos árabes y son plenamente conscientes de que los derechos de la mujer forman parte de los derechos humanos y que esta vez no se puede ignorar este evento. Claro que las sociedades árabes son sociedades muy tradicionales, pero no hay que olvidar que los hombres han potenciado que en Kuwait haya 4 mujeres parlamentarias. En Túnez, la nueva ley de la paridad ha sido votada por todos los hombres que redactan los objetivos de la revolución, inclusive por los islamistas tunecinos. Por lo tanto hay algo que está cambiando en el mundo árabe. Usted no debe pensar que el mundo árabe es algo monolítico, algo cerrado y homogéneo en todas partes. Es una dinámica que está apoyada por una gran parte de la opinión pública masculina árabe.

eXp.- Incluso en Arabia Saudí, donde las mujeres no tenían derecho a voto, parece que las cosas están cambiando.

N. H.- Ese sí ha sido un gran éxito. Este anuncio es un avance significativo para las mujeres y su derecho a ser ciudadanos iguales pero todavía hay un largo camino por recorrer para las mujeres de Arabia Saudí. El hecho de que se les permita votar no debe eclipsar las limitaciones, restricciones y discriminaciones en su vida cotidiana siguen siendo una realidad. Además de privarles de sus derechos políticos, las mujeres tienen prohibido conducir, estudiar campos del conocimiento que se consideran sólo de hombres o participar en actividades deportivas.

eXp.- Pero parece que hay un cierto retroceso de lo que se había hablado al
principio de las revueltas y lo que está pasando ahora.

N. H.- Voy a hablar primero de los logros y luego de los retrocesos. Yo creo que el logro más grande es el desarrollo y el poder del movimiento de mujeres en el mundo árabe. Es algo que realmente no hemos vivido antes. Es la primera vez que las mujeres sienten esa fuerza colectiva, esa fuerza de movilización y esa determinación para ir hasta el final. Es un logro la presencia del movimiento de mujeres, la coalición de asociaciones de mujeres que se está viviendo en Túnez y en Egipto.

Ahora, en cuanto a los logros legislativos la situación es diferente de un país a otro. Yo creo que en Egipto a pesar de que las mujeres han sido muy activas durante los levantamientos, la junta militar no ha respondido a las aspiraciones y no han oído las voces de las mujeres como deberían hacerlo Por ejemplo, la representación de la mujer ha sido prácticamente nula y muy débil. La nueva constitución, que va a ser votada en referéndum no ha reconocido el principio de igualdad de género como un principio de base de toda democracia y de respeto de los derechos humanos en la región. La comisión que ha redactado la constitución no ha integrado a mujeres y eso es una pena grandísima y esa es la razón por la que centenares de mujeres salieron a la calle para decir "No, nosotras tenemos profesionales y juristas muy reconocidas que pueden aportar experiencia y que hay que reconocerlas".

eXp.- Usted es tunecina, y su país se ha convertido en todo un referente en el mundo árabe. No sólo fueron los primeros en iniciar las revueltas sino que también serán los primeros en celebrar elecciones.

N. H.- La situación es algo diferente en Túnez. Primero, la ley electoral ha cambiado, y por primera vez en el mundo árabe y el mundo islámico reconoce la paridad entre hombres y mujeres en las listas electorales. Es un logro inmenso porque obliga a todos los partidos políticos, pero también a los independientes, que participaran en las elecciones de octubre, a presentar listas en las que haya hombre-mujer o mujer-hombre y eso les obliga a buscar, a involucrar a las mujeres y a que éstas sean parte integrante del proceso de cambio en el país. No quiere decir que la Asamblea Constituyente vaya a ser mitad hombres y mitad mujeres, pero sí las listas. Eso es un acontecimiento muy importante.

Y no podemos olvidar que el gobierno de Túnez ha reconocido todas las leyes internacionales de derechos humanos. Pero de todos modos hay que seguir luchando porque todo es un proceso y va a tardar mucho tiempo, quizás unos 5 años para que la igualdad de género sea real, pero las mujeres están determinadas a exigir sus derechos.