Un proyecto europeo para ayudar a los pacientes con temblores y Parkinson

Hablamos con Juan Manuel Belda, investigador del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV).

Poder beber un vaso de agua o leer un libro, entre otras muchas actividades diarias, se ha convertido para un 5% de los europeos mayores de 50 años, en una auténtica odisea. Los problemas de temblores en las extremidades perjudican el día a día de muchas personas. El proyecto europeo TREMOR ha desarrollado un sistema que va a permitir a los afectados, gracias a una conexión del cerebro con una máquina especializada,mejorar su calidad de vida.

Logo del proyecto Tremor
Logo del proyecto Tremor

El temblor es el trastorno del movimiento más común y es cada vez más habitual en personas de avanzada edad. Su máximo exponente es el Parkinson. La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva, producido a consecuencia de la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas. Frecuentemente clasificada como un trastorno del movimiento, la enfermedad de Parkinson también desencadena alteraciones en la función cognitiva y en la expresión de las emociones. En este caso el temblor en reposo afecta al 85% de los pacientes. La ausencia de expresión facial, disminución del parpadeo y del movimiento de los brazos al caminar completan el cuadro clínico.

Más del 65% de la población con temblor de las extremidades superiores presenta serias dificultades en la realización de actividades de la vida diaria, por incapacidad funcional. La aplicación de medicamentos, la cirugía (talamotomía) y la estimulación cerebral profundaayudan a paliar sus efectos, pero estos tratamientos pueden llegar a resistirse hasta en un 25% de los pacientes.

Mejorar la calidad de vida de los europeos con temblores y Parkinson es el objetivo esencial de proyecto TREMOR cofinanciado por la Comisión Europea a través del VII Programa Marco. TREMOR pretende crear un sistema ambulante con interfaz cerebro-ordenador para suprimir el temblor basado en la estimulación funcional eléctrica. euroXpress entrevista a uno de los investigadores del proyecto, Juan Manuel Belda, del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV).

euroXpress.- Aproximadamente un 5% de las personas mayores de 50 años de la Unión Europeatienen algún tipo de temblor patológico ¿Cuáles son los mayores inconvenientes a los que se enfrentan los enfermos de Parkinson en su vida cotidiana?

J.M.B.- Principalmente se resumen en dificultades para realizar actividades de la vida diaria (como comer, beber, afeitarse, intentar abrir una puerta con una llave, escribir) y en dificultades en la socialización (todas aquellas que impliquen interacción con terceras personas como pasar un documento o un objeto).

eXp.- ¿Cuáles son los objetivos de este proyecto?

Juan Manuel Belda.- El proyecto TREMOR investiga la viabilidad de utilizar la Estimulación Eléctrica Funcional (EEF) como sistema para la supresión del temblor patológico en manos y brazos característico de enfermedades neurodegenerativas, como el temblor esencial o el Parkinson. Esta iniciativa europea pretende mejorar la calidad de vida de las personas con temblores en sus brazos, suprimiéndolo mediante "Estimulación Eléctrica Funcional", es decir, mediante el uso de la electricidad de manera similar a como lo hacen los sistemas de gimnasia pasiva.

El objetivo principal del proyecto es validar técnica, funcional y clínicamente la supresión del temblor mediante esta estimulación basándose en la detección de la actividad motora involuntaria (temblor) mediante una interfaz cerebro-ordenador (BCI).

eXp.- ¿Está comprobada la efectividad de este sistema?

J.M.B.- Se ha conseguido reducir el temblor de manera sustancial, aunque no en todos los casos ni en el mismo grado. Sí podemos demostrar que, en general, para los temblores más graves se consigue un mayor grado de supresión, en el mejor de los casos el temblor residual ha sido un 7% del temblor inicial.

Como resultado del proyecto y para la mejora de los pacientes, se crearán una especie de brazaletes con sensores y electrodos con estimulación que se completará con una unidad electrónica capaz de adquirir las señales de los sensores y generar órdenes de estimulación para contrarrestar los movimientos. Estos podrán colgarse del cinturón, y no tendría problemas de autonomía ni de excesivo peso. Si el resultado tiene éxito podría comercializarse.

eXp.- ¿Qué aplicaciones reales a los ciudadanos puede tener esta investigación?

J.M.B.- Durante los últimos años han aparecido sistemas para la gestión del temblor, algunos ligados a proyectos anteriores como TechFilter (un ratón de ordenador que quita el temblor). Durante los próximos años es previsible la aparición de más productos, ligados de manera directa a este proyecto y a otros anteriores en los que también participó el IBV, como el DRIFTS (supresión del temblor mediante ortesis electro-mecánica), dependiendo del interés de las empresas del sector

eXp.- ¿Cree que con la crisis económica se corre el riesgo de frenar este tipo de investigaciones que pueden lograr avances en la calidad de vida de los pacientes, sea cual sea su patología?

J.M.B.- Está por ver hasta qué punto puede influir la crisis en investigaciones como las que nosotros estamos desarrollando pero es evidente que cuando se habla de una reducción de los presupuestos de I+D+i esa reducción afecta, en general, a todos los ámbitos.

eXp.- ¿Quiénes son los encargados del proyecto?

J.M.B.- El proyecto está coordinado por el Grupo de Bioingeniería del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y, además del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), participan las universidades de Roma Tre, Maribor y Aalborg (donde lidera un grupo de investigación el catedrático Dejan B. Popovic, referente mundial en la rehabilitación motora de personas con movilidad reducida). También la Universidad de Bruselas ya colaboró con el IBV en el proyecto europeo Drifts para el desarrollo de una ortesis que redujera el temblor en pacientes que presentaban este síntoma.

Asimismo, intervienen las empresas Technaid (spin off del Grupo de Bioingeniería del CSIC, especializado en soluciones para la medida y el análisis del movimiento basado en sensores inerciales), Smartex (fabricante de textiles inteligentes) y UNA Systems (empresa serbia especializada en electrónica y automática industrial).

El IBV ha liderado algunos de los grupos de trabajo, concretamente los relacionados con el diseño conceptual de la neuroprótesis resultante del proyecto, el análisis de las necesidades de los usuarios con temblor y la validación clínica de los pacientes. Además, para esta validación clínica se ha contado con la colaboración del Servicio de Neurología del Hospital General Universitario de Valencia y de la Asociación Parkinson Valencia.