La Unión Europea y Corea del Sur, juntas en el desarrollo de la tecnología 5G

La UE y Corea del Sur acaban de firmar un acuerdo que marcará una nueva época en la tecnología de conexiones inalámbricas. Trabajarán juntas en el desarrollo de la tecnología móvil 5G, que será una realidad, según está previsto, para los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang de 2018. La tecnología 5G no solo va a ser más rápida, sino que permitirá nuevas funcionalidades y aplicaciones de alto valor social, tecnológico y económico.

Casa, coche, trabajo, servicios públicos se conectan entre sí
La 5G revolucionará las conexiones y llenarán el espacio de datos/ Foto: CE

2018 es la fecha de lanzamiento de la nueva tecnología de quinta generación para la transmisión de datos. O lo que es lo mismo, el pistoletazo de salida de las redes 5G. Europa lideró la 2G, en la 3G y la 4G hizo lo que pudo (no mucho) y quiere llevar la voz cantante con la 5G.

Ambos socios han reafirmado el acuerdo que suscribieron en la cumbre de noviembre de 2013, en la que acordaron promover la colaboración en I+D en el ámbito de las TIC. Entonces establecieron un grupo de trabajo para preparar la cooperación en I+D, y los debates políticos en las áreas 5G, Nube e Internet de las Cosas (IoT), y, finalmente, pondrán en marcha programas de investigación y desarrollo financiados en forma conjunta en 2016 - 2017.

La gran revolución tecnológica de la 5G

En 2020 el tráfico de Internet móvil será 30 veces mayor que el que había en 2010, pero será muy diferente. En estos momentos los smartphones y las tabletas han potenciado el crecimiento de la red y aún crecerá más.

5G es una nueva tecnología de red que aportará las capacidades necesarias para hacer frente a esa gran cantidad de datos que circularán por la red –especialmente inalámbrica- utilizada no solo por las personas, sino también por las máquinas. El boom de estos aparatos en los últimos años ha hecho que haya millones de datos, lo que dificulta a las empresas de telefonía ofrecer un servicio que sostenga todo ese flujo de información.

Narcís Cardona, catedrático del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia de la Universidad Politécnica de Valencia y miembro de la junta directiva de METIS, un proyecto europeo de 5ª generación, nos dice que «el escenario que esperamos en 5G es que no solo tendremos un teléfono o una tablet, sino que habrá otros dispositivos a los que estaremos conectados, como unas gafas adaptadas, sensores para controlar la medicación de los enfermos, la temperatura de la casa, etc...»

A esa conexión sin hilos entre los objetos y las personas es a lo que se llama «el internet de las cosas». Aunque todavía la tecnología necesaria no existe «estamos discutiendo y analizando posibles fórmulas y los componentes para desarrollar esta tecnología», nos dice Cardona.

Su equipo de la UPV está trabajando para conseguir, entre otros aspectos, que el terminal y la estación base sean más eficientes, manteniendo una baja potencia, reduciendo gastos de consumo a la vez que se mejora la calidad.

Aplicaciones prácticas de la tecnología 5G

La cirugía a distancia se practica desde 2001, cuando se hizo la primera intervención quirúrgica transatlántica entre las ciudades de Nueva York y Estrasburgo. Para realizarla fue necesario alquilar líneas muy caras que además tenían un ligero retraso de comunicación con los instrumentos de cirugía.

La 5G eliminará prácticamente esa disfunción de forma que el cirujano podrá trabajar con mucha más seguridad y precisión. Cuando esta tecnología móvil esté bien desarrollada, un paciente que necesite una intervención urgente muy especializada podrá ser operado por un médico que no esté en el quirófano, quizá a kilómetros de distancia.

Un incendio en una casa podrá ser detectado por un dispositivo que 'avisará' a un detector de humo y ambos podrán enviar la información a otros dispositivos móviles que se comunicarán con los bomberos para que acudan con rapidez a sofocar el incendio. Es solo un pequeño ejemplo, que muestran que los hogares son una fuente inagotable de información, tanto que superan la capacidad de las redes actuales, no pensadas para eso, y necesitarán las nuevas tecnologías de la 5G.

Los vehículos serán más seguros desde el momento en el que puedan comunicarse con el exterior y entre sí. La Comisión Europea pone el ejemplo del conductor de un coche que circula un día lluvioso detrás de un camión. Si este llevara una cámara con la que el coche de detrás pudiera conectar, el conductor tendría mucha más información y podría conducir con mucha más seguridad y tranquilidad.

Con las redes actuales no es posible la transmisión instantánea de imágenes entre dos vehículos, algunos coches solo están conectados a internet, pero para obtener información que está en la red.

Se multiplicarán las aplicaciones de los teléfonos móviles. Un espectador de un partido de fútbol en un estadio lleno hasta la bandera podrá reproducir fases interesantes del juego desde diferentes ángulos de visión y con alta definición en su teléfono móvil o tablet. Con la actual tecnología una sala con más de 200 personas hace que el WIFI pierda conectividad.

La industria europea de las telecomunicaciones genera más de 1,7 millones de puestos de trabajo directos e indirectos. La inversión de la UE es de 700 millones de euros, que con la contribución privada podrá llegar a unos 3.500 millones de euros para 2020.