Fabricar explosivos caseros será más difícil en la UE

La Comisión Europea propone una serie de normas comunes en toda la Unión Europea para limitar el acceso a ciertas sustancias químicas que pueden servir para fabricar explosivos caseros. Fertilizantes, herbicidas, pesticidas, algunos conservantes, productos de limpieza, desinfectantes o determinados componentes de champús o pasta de dientes en concentraciones específicas y mezclados con otros elementos pueden no ser tan inocentes.

En la mayoría de los atentados terroristas que se han producido en los últimos años se han empleado esta clase de explosivos.

la comisaria en la rueda de prensa
Cecilia Malmström/Foto:CE

Existen normativas internacionales, de la UE y nacionales sobre los productos químicos, pero falta una legislación específica sobre los riesgos que algunos de esos productos tienen para la seguridad.

El reglamento que se ha presentado este lunes iguala el control en toda la UE, de esta manera se impide a los terroristas y criminales que se aprovechen de las diferencias existentes en la legislación de los veintisiete.

La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, ha dejado claro que "El objetivo es, por supuesto, reducir el riesgo evitando el acceso a un alto nivel de concentrado de productos químicos por parte del público en general. Estos productos son fácilmente accesibles incluso en concentraciones suficientes para fabricar un potente artefacto explosivo".

La nueva normativa prohíbe la venta en determinadas concentraciones de productos susceptibles de convertirse en peligrosos. Los consumidores podrán utilizar otros alternativos que se venden en la actualidad o deberán obtener un permiso si quieren continuar comprando una sustancia química determinada. Otros productos se podrán seguir vendiendo sin restricciones pero bajo un mayor control, por ejemplo, habrá un mecanismo que informe de cualquier venta sospechosa.

La Comisión trabaja desde 2006 en prevenir la fabricación de explosivos caseros y de las sustancias que se utilizan para ello. Este reglamento entrará en vigor 18 meses después de que sea aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo.