«Es posible porque es posible», CA2M
Relojes y sentimientos
Es posible porque es posible / Foto: CA2M

«Es posible porque es posible», CA2M
Móstoles,
hasta el 19 de octubre de 2014

«Es posible porque es posible» reúne un conjunto de piezas de Raqs Media Collective, grupo artístico creado en 1992 por Jeebesh Bagchi (1966), Monica Narula (1969) y Shuddhabrata Sengupta (1968). Raqs Media Collective, afincado en Nueva Delhi, es un laboratorio de pensamiento que propone la estética como punto de partida para una reflexión social y política. Actualmente, este colectivo realiza instalaciones y performances así como proyectos editoriales, de comisariado y programas educativos desde diferentes prácticas como la sociología, la geografía, las matemáticas, el diseño industrial o el urbanismo. El origen de su nombre hace referencia a la palabra usada en persa, árabe y urdu para definir un estado de meditación, y al acrónimo en inglés «Rarely Asked Questions», -cuestiones raramente preguntadas-, un guiño a las FAQS «Frequently Asked Questions»- que encontramos en muchas páginas web.

Se trata de proyecto del CA2M Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid, el MUAC, Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la Universidad Autónoma de México, y La fundación PROA, en Buenos Aires.

«Es posible porque es posible», es una afirmación irrefutable contra cierto determinismo derrotista. Este título se convierte así en un llamamiento o una especie de acto manifestatario. Frente a la indeterminación de aquel I would prefer not to (Preferiría no hacerlo) del personaje creado por Melville, en su obra Bartleby, el escribiente, «Es posible porque es posible» es una afirmación rotunda, casi un imperativo, sobre la posibilidad de pasar de la potencia al acto. Para el colectivo Raqs, posible y probable son conceptos lejanos: aquello que se imagina puede llegar a ocurrir, porque, de hecho, ya está ocurriendo al ser enunciado. Una posibilidad que rompe muchas de las certezas que habitualmente asumimos de forma acrítica y que nos conducen por el laberinto del pensamiento único. En este sentido la exposición analiza la obra de Raqs Media Collective como una de las posibilidades de la práctica, la crítica y la invención, así como una refutación en vivo de cierto determinismo al que parece estamos abocados. Esta «posibilidad» se convierte también en un revulsivo contra la aparente obligación de aceptar las imposiciones, con resignación o sin ella.

Existe una voluntad en Raqs Media Collective de ampliar el universo del discurso generando herramientas mediante la imaginación y la especulación con la finalidad de que aparezcan nuevas vías de pensamiento y experimentación. Cada obra, cada alegoría, cada reflexión y cada imagen y artefacto que Raqs ha creado es un impulso que resulta necesario actualmente: impedir que la crítica se confunda con la queja y la impotencia, desafiar la lógica que percibe y opera en el mundo como si este estuviera predestinado, cerrado y gastado, tan solo porque habitamos en un sistema aparentemente triunfante. Uno de los ejes más prominentes de la exposición es la cuestión del tiempo, es decir, la organización de la secuencia de acontecimientos y la regularización sistemática entre trabajo, descanso y ocio en la sociedad actual. El tiempo es para el capitalismo una noción fundamental, ya que es posiblemente la única divisa convertible y de valor seguro. Un valor que está directamente ligado a nuestra condición de mortales, y es por tanto, un bien finito.